“Al principio nuestras reuniones solo consistían en llorar y llorar. Necesitábamos quitar afuera todo ese dolor y a partir de ahí tener una claridad para saber qué íbamos a hacer”. El cuadro descripto por Christian Olmedo, miembro de la Coordinadora de Víctimas del Ycuá Bolaños, grafica enteramente cómo fueron los primeros tiempos posteriores a la tragedia ocurrida el 1 de agosto de 2004.
Han pasado 13 años, el mundo siguió su curso. En medio de ello están quienes encontraron la manera de sobrellevar el hecho de haber perdido a sus seres queridos. En el caso particular de Olmedo, quien perdió a su hermana y su sobrina, la manera de hacer frente al dolor fue apostando a la organización. “Eso que le pasó a uno no se lleva en solitario, sino compartiendo con personas que pasaron por lo mismo. A partir de eso el punto de partida es organizarse y poder contenerse mutualmente. Posteriormente se resignifica ese dolor y transformarlo para transitar un camino más esperanzador”, explica el referente de los familiares del Ycuá.
Esperanza es una palabra que estuvo presente ayer, durante la conmemoración del aniversario 13 de la tragedia. Estuvo presente en las remeras verdes, color que simboliza la esperanza, y en los globos que surcaron el cielo a las 11.20, hora en que hace más de una década se desató el incendio que se llevó a unas 400 personas. El momento estuvo acompañado por las sirenas de los bomberos y el llanto de los familiares.
Ayer se realizó la palada inicial del futuro Memorial y Centro Cultural del Ycuá Bolaños.
La palabra. “Yo pude soportar lo que viví porque tuve el apoyo de la persona que está conmigo ahora. En el incendio le perdí a mi señora. Estábamos tres: Ella, yo y mi hijo. Seguí tratamiento psicológico durante dos años. Los primeros días no pude dormir, me venían las imágenes a mi mente”, dice un hombre que prefirió el anonimato, pero que dejó su testimonio sobre lo ocurrido con su familia aquel domingo de agosto.
La fortaleza de su fe ayudó a Francisca Alonso a soportar la pérdida de su hija, sus tres nietos y su marido. “No hice terapia psicológica. Mi tratamiento es la fe. Practicar la palabra de Dios fue lo que me ayudó a sobrellevar lo que ocurrió”, describe al revelar su fórmula para enfrentar el dolor.
Sin vueltas, Francisca confiesa que en el momento más duro pos Ycuá Bolaños le pidió a Dios que la llevara junto a sus familiares. “Creía que no podía poder soportar lo que estaba viviendo. Sin embargo, me di cuenta de que con la palabra sí se puede”, revela. Agrega que sugería a sus compañeros de la coordinadora leer la Biblia y si no sabían cómo hacerlo ella misma iba a hablarles de la palabra.
Christian, Francisca y otras personas coincidieron en que la construcción del Memorial y Centro Cultural 1-A representa una esperanza para ellos. Esperan que el sitio pueda abrir las puertas al sosiego tan esperado hace 13 años.
Con el Memorial se abre una nueva etapa en este largo camino que hemos recorrido. Christian Olmedo, Coordinadora del Ycuá.
Riera olvidó tragedia en un acto público
A 13 años de la tragedia del Ycuá Bolaños, el ministro de Educación, Enrique Riera, evitó ayer hablar sobre el suceso durante su paso por escuelas de Yhú, en Caaguazú. El titular del MEC incluso habló sobre algunas de sus acciones como jefe municipal, pero se olvidó de recordar el Ycuá y sus 400 víctimas, 500 heridos y hasta ahora 6 desaparecidos. El ex intendente capitalino inauguró obras en una escuela y presentó un piloto de un sistema de transporte escolar para el interior. Riera fue intendente de Asunción cuando ocurrió el incendio del supermercado de Trinidad donde murieron numerosas personas y muchos siguen desaparecidos. En las redes sociales la ciudadanía no olvidó este hecho y criticaron al ministro.