El pasado viernes 12 hubo un incendio en la subestática de la ANDE en Lambaré.
¿Hay riesgo para la salud de los vecinos?
Las autoridades van a investigarlo. No podemos esperar mucho, considerando lo sucedido cuando ardió la subestática de San Lorenzo en octubre del año pasado.
Según la ANDE, no se quemó askarel en ese incendio (Última Hora, 14/10/15).
El askarel, aceite usado en ciertos transformadores, es un aceite peligroso porque contiene PBC, una sustancia muy tóxica.
Días después, la ANDE dijo que iba a traer a un técnico del BID, “para evaluar los daños y determinar las acciones a seguir”. Si no había askarel, ¿qué daño podía haber? (ABC, 23/10/15).
Los bomberos dijeron que sí, que se quemó askarel, pero poco, y que el viento se llevó el humo tóxico producido por la quema, y no había peligro para la salud de las personas que vivían cerca de la subestática (ABC, 15/10/15).
El Ministerio de Salud dijo que podía haber algún peligro, y pidió a todas las personas expuestas al humo que le informaran si tenían signos de intoxicación, como irritaciones de la piel y afecciones respiratorias; se debía investigar “a la población que vive hasta a 1.000 metros de donde se produjo el evento”.
Por lo visto, el viento no se había llevado todo, y me pregunto por qué acumularon sustancias tóxicas en un lugar poblado (ABC, 15/10/15). Días después, el Ministerio de Salud encontró 133 personas posiblemente afectadas por el incendio (ABC, 23/11/15).
La Seam dijo que, de acuerdo con una inspección, 400 transformadores que contenían askarel ardieron, y que se trata de una sustancia tóxica, difícil de eliminar, puede contaminar ríos y arroyos, y enfermar a personas que no viven en la zona de San Lorenzo (ABC, 22/10/15).
Finalmente, la ANDE dijo que tenía “depositadas y resguardadas 90 toneladas de residuos peligrosos"; que estudiaba el aceite de 60 a 70 transformadores por día, había inspeccionado 6.700 transformadores, y esperaba llegar a 10.000 para fin de año; los peligrosos serían enviados a Europa (ABC, 16/10/15).
Si hubieran estado custodiados, no hubieran ardido; si se hubiera sabido cuáles eran (requisito para saber que pesan 90 toneladas), no hubiera sido necesario revisarlos, una tarea ociosa: en el inventario de la ANDE consta cuáles, según su marca y su modelo, tienen askarel y cuáles no.
Tampoco se los va a llevar a Europa: según informó Última Hora el 17/11/15, enterrarán la basura tóxica en una zona militar.
Sin ser militarista, no me parece bien envenenar a los militares.
Paralelamente, el Gobierno habló de un incendio provocado intencionalmente (ABC, 15/10/15), y terminó acusando a la oposición, sobre la base de presuntas pruebas.
Así pasó por alto el video puesto en internet por funcionarios de la ANDE, donde se ve un asado en un generador vaciado.
Los responsables dijeron que era un chiste, pero no es un chiste la venta clandestina del cobre de los generadores, con el consiguiente derrame del aceite que contienen.
Con tales antecedentes, es alarmante el reciente incendio de Lambaré.