Fue directo con la prensa, aunque no quiso conversar mucho tiempo y trató, a su manera, de escapar de la situación. En su corta conferencia, el comandante aseguró que Cartes le hizo solo un pedido: que sea implacable con policías involucrados con hechos corruptos, refiriéndose a uniformados de Alto Paraná, cuyos actos fueron revelados por un policía vía audio de WhatsApp.
“Lo único que el presidente manifestó es que es hora de ser implacables. Poner todo a cargo de la Fiscalía sobre los hechos que constituyan delitos. Además, operará el Tribunal de Conducta de la Policía, como siempre se hizo. Ojalá que con esto entienda, es doloroso aprender por la propia costilla”, precisó el alto uniformado.
Comentó que la investigación con relación al caso de policías de Itakyry, quienes son procesados por haber recibido por mucho tiempo dinero sucio de narcotraficantes para poder operar libremente en la zona, continúa.
Con respecto a los policías que trabajan como guardias privados, sostuvo que también tal tema se debería de estar investigando y que pronto espera que se les apliquen medidas correctivas, al menos cuando las pruebas de las acusaciones aparezcan, dijo el hombre.
Luis Rojas es muy nuevo en el cargo. Asumió en abril como estrategia del Ejecutivo para “calmar las aguas” tras la muerte del joven Rodrigo Quintana (liberal) en manos de uniformados y la represión de agentes en manifestaciones ciudadanas que terminaron en la quema del Congreso Nacional.
Toda la cúpula policial está en la mira. El 31 de marzo pasado la fuerza policial reprimió fuertemente a ciudadanos que se manifestaron en contra de la enmienda constitucional, que fue aprobada en el Senado de forma irregular por parlamentarios cartistas, llanistas y luguistas, lo que terminó en la quema del Congreso.
En la madrugada del 1 de abril, sin explicaciones, policías atropellaron la sede del Partido Liberal y dispararon contra jóvenes que se encontraban dentro. Tras esto, resultó muerto un joven de La Colmena, Rodrigo Quintana.
Hasta ahora, por este hecho solo está imputado y detenido un agente de Policía, Gustavo Florentín, quien es acusado de haber disparado contra Rodrigo.
El Ministerio del Interior y la Policía, en plena conferencia de prensa, se burlaron de la ciudadanía tratando de desligarse de responsabilidades por medio de pruebas falsas y culpando a Florentín, quien según ellos participó del operativo sin permiso de sus superiores y encima contaba con arresto domiciliario por violencia doméstica.
Entre los involucrados en este proceso lleno de dudas se encuentra Luis Rojas, quien está al frente de una de las instituciones más corruptas del país; pese a ello, asegura que será implacable con “los corruptos”.