El ticket nunca había ingresado a Paraguay y la firma Cartan asumió que había cedido a la empresa THG esas entradas, por lo que el COP quedó fuera de cualquier investigación.
El miércoles pasado, la policía brasileña había desbaratado una mafia que revendía entradas para los Juegos Olímpicos de Río. Cayó preso el presidente del Comité Olímpico Irlandés, Patrick Hickey, vinculado a la empresa británica THG Sports.
Caso cerrado. La única entrada encontrada con distinción de Paraguay era para la ceremonia inaugural. Con la declaración ante la policía brasileña de Jerry Marrie Roush, gerente de servicios de Cartan Global SA y representante de la firma durante los Juegos: “...Que Cartan es responsable de revender tickets en 36 países; la declarante comparece personalmente para probar que los 10 tickets para la ceremonia de apertura ZO001 Categoría B, valuado en 3.000 reales, 2 Letonia, 2 Chile, 2 Barbados, 2 Guatemala, 1 Perú y 1 Paraguay, debidamente incautados en este procedimiento; que esos tickets fueron vendidos o dados a la firma THG Sports, que THG revendió a los clientes que eran elegibles para comprar las entradas; que nada más que eso fue afirmado por ella. La policía dio por terminada la declaración de la testigo”, reza el acta policial.
Para Camilo Pérez, presidente del Comité Olímpico Paraguayo, el caso está muy claro y cerrado, no hay ninguna vinculación con la firma THG, que está siendo investigada por la policía y cuyo desenlace llevó a prisión al directivo irlandés miembro del Comité Olímpico Internacional. Con la declaración de la responsable de vender las entradas a Paraguay, la Policía cerró el caso.