Por este motivo, desde la DNCP pedirán explicaciones a la cartera de obras, según manifestaron ayer Luis Godoy y Jorge Paiva, director jurídico y asesor legal, respectivamente, de la institución, en una entrevista con ÚH.
Esto alienta las sospechas de una presunta connivencia entre la empresa contratista, la coreana Ilsung Contruction Co. Ltd., y el MOPC, pues la cartera de obras no informó de los atrasos.
“En base a que es un tema público o una denuncia pública, la institución va a ser una investigación de oficio sobre el tema, no es que va a estar impávida ante las publicaciones. Ante esta situación hay muchas situaciones que pueden darse”, expresó el asesor legal.
En agosto de este año, Ilsung Contruction Co. Ltd. ya debía terminar la construcción de 72 km de asfaltado. Sin embargo, a dos años del inicio de las obras, la empresa avanzó apenas 32% de un 86% que debió haber progresado a esta altura. Es decir, se tiene un atraso contractual del 54%.
Desde el MOPC informaron que el plazo para culminar la obra se amplió un año más, es decir, que recién en junio del 2017 concluirá la anhelada ruta, después de 3 años de su inicio.
“Vamos a indagar el tema, vamos a pedir explicaciones de los motivos del atraso para saber por qué no están comunicando el atraso. Pediremos explicaciones de multa, si es que está previsto el cumplimiento del contrato, y recordar la obligación que tienen las entidades cuando hay un incumplimiento contractual”, comentó Godoy.
“El contrato prevé sanciones para el caso de atrasos tolerables y si los atrasos superan esos límites aceptables se podría plantear la rescisión del contrato. La ejecución del contrato lo lleva a cabo cada contratante en particular (en este caso el MOPC) y es ella la que debe adoptar las medidas que sean pertinentes para adoptar la situación que se plantea”, dijo Paiva.
La construcción de la ruta 8, desde Caazapá hasta Yuty, fue adjudicada a Ilsung por un monto de G. 351.417 millones. El trazado principal de esta obra es de 72,9 kilómetros.