En un país donde los diagnósticos sobran, pero casi nunca se llevan a la práctica, el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2017 prevé destinar alrededor de USD 90 millones a consultorías.
Este sistema de revisión constante de los problemas destina miles de millones de guaraníes a contratar expertos y no tanto, que sugieren líneas de acción sobre problemas que van desde sistemas de salud, educación, obras viales hasta recomendaciones sobre impuestos, recursos humanos, sistemas de seguridad, y amplia gama de consejos.
El problema es que año a año, el Estado contrata a consultores, pero no informa los resultados de estos trabajos, lo cual permite que este círculo de recontratación de expertos y amigos continúe permanentemente. Además, a medida que pasa el tiempo, las denominaciones a este tipo de trabajo realizado para el Estado aumentan, con lo cual el dinero destinado a este sector se vuelve más disperso.
Desde hace varios años, son diversos los legisladores que cuestionan el excesivo monto destinado a la consultoría estatal. Pero la crítica más fuerte vino hace poco tiempo de parte de la senadora Desirée Masi, quien señalaba que varios de los préstamos sometidos por el Poder Ejecutivo a consideración del Parlamento tenían grandes componentes de dinero destinado a diagnósticos.
“Este es un país hiperdiagnosticado. Todos sabemos lo que tenemos que hacer en salud y, sin embargo, se siguen planteando ayudas sobre todo de organismos internacionales para hacer diagnósticos. Yo misma he participado de una cooperación internacional. Hice varios diagnósticos a través de consultorías de tres o cuatro hospitales y cinco años después encuentro otra vez que se estaban haciendo los mismos diagnósticos”, apuntó la legisladora en el año 2009, sin que la situación haya cambiado hasta ahora.
Uno de los principales problemas del plan de gastos del Estado es que repiten esquemas, sin hacer un seguimiento sobre la efectividad de estos trabajos. Así, cada tanto se vuelven a contratar consultores para que trabajen en el rediseño de una ruta, del transporte público, de la educación, de la seguridad, de la atracción de inversiones, pero sus propuestas no son aplicadas.
Es hora de que las autoridades tengan más celo sobre el dinero de los contribuyentes y ejecuten los planes diseñados a tiempo. Esto permitirá que el dinero que hoy se destina a consultorías pueda invertirse en cosas que realmente beneficien a la población.