La empresa Concret-Mix debería resarcir económicamente a los afectados directos por las grietas formadas con las detonaciones en la cantera del cerro Ñemby. Esto es lo que indica el abogado Hugo Cañiza, asesor jurídico de la Secretaría del Ambiente (Seam), siempre que se constate la afectación producida por la actividad en el pedregal.
“Dentro del plan de cierre podemos pedir resarcimiento a partir de un estudio social y financiero de la zona de influencia de la cantera”, acompaña Gustavo Rodríguez, director de Evaluación de Impacto Ambiental de Seam.
En efecto, la Ley 294/93 así lo dispone en su artículo 3, en virtud de que todo proyecto de explotación minera, ente otros, debe contemplar en su Plan de Gestión Ambiental la “compensación e indemnización por impactos negativos” de la actividad a la población más cercana.
Para Rodríguez, incluso, la institución puede valerse del informe de la Fiscalía del Ambiente que tiene pendiente un “relevamiento de las casas afectadas en los alrededores del cerro”, según adelantó a esta página la fiscala Sara Torres.
Mediante el dictamen del Ministerio Público, se podrá confeccionar –dice– un listado de las viviendas agrietadas, cuyos propietarios recibirán eventualmente el pago como compensación por los daños producidos, en paredes y tejados, por las frecuentes detonaciones en el pedregal.
“Nosotros como Seam necesitamos de instrumentos válidos para actuar. Muchas veces la gente de fiscalización recorre una zona y no tiene el expertiz o justo en ese momento no se estaba trabajando o ese día llovió”, confiesa el funcionario.
Obligatorio. El Dr. Cañiza instruye que las licencias ambientales prevén mecanismos tanto de compensación como de indemnización de impacto y sus efectos en la población, en caso de que aparezcan determinadas circunstancias que hacen a los proyectos. En este caso: los temblores de tierra y la polvareda producidos por las explosiones y la trituración de piedras de hormigón en la cantera del cerro.
Todo proyecto de extracción de minerales sólidos, superficiales o de profundidad y sus procesamientos “ya tendría que venir con un plan de indemnización para esos procesos en los cuales fueron afectados por las explosiones”, asegura con base en lo que establece la normativa citada más arriba.
Los representantes de Concret-Mix se comprometieron a responder los puntos en cuestión, pero no devolvieron la llamada a ÚH.
Cañiza refiere que si el plan de gestión ambiental de la constructora no contempló el resarcimiento, lo tendrán que hacer en el plan de cierre. Esto en caso de que se cumpla la expectativa del Municipio local que prevé no renovarle la licencia, próxima a vencer en mayo.
Sugiere al grueso de vecinos afectados, que presenten denuncias en la Seam sobre daños producidos en sus viviendas. “Podemos colaborar exigiendo a la empresa a que cumpla con eso y que presente su cronograma. Sería interesante que (los afectados) presenten una nota como comisión vecinal sobre cada desperfecto solicitando que, con base en lo que se previó en el plan de gestión como indemnización por los impactos, se dirija entonces a solucionar ese problema”, expone.
La secretaría le comunicará el reclamo a la constructora para que cumpla y, “si no lo hace, se procederá a la apertura de un sumario”, asegura el abogado.
Hugo Céspedes, presidente de la comisión vecinal Por la Recuperación y Preservación del Cerro Ñemby, comenta que existen alrededor de 1.500 viviendas afectadas directamente por las vibraciones generadas desde la cantera. Los barrios más afectados son Caaguazú, Cerro Guy, Cañadita y Los Naranjos, entre otros.