“Hay indicios de que por lo menos 5 licitaciones relacionadas con obras de estadios de la Copa del Mundo fueron objeto de cártel, entre ellas el Arena Pernambuco, en Recife, y el estadio Maracaná, en Río de Janeiro”, precisó el Cade, con el cual la constructora firmó un acuerdo para colaborar con las investigaciones. El proceso es un desdoblamiento de la Operación Lava Jato (Lavadero de autos), la investigación que reveló una monumental red de corrupción enquistada en Petrobras.
El Cade señaló que la confesión aportó indicios que involucran a otras empresas, como Odebrecht, Camargo Correa, Queiroz Galvao y OAS, todas ligadas igualmente al fraude en la petrolera estatal. El arreglo para eliminar la competencia en las licitaciones de las obras comenzó en octubre de 2007 y se extendió hasta 2011, “momento en el cual fueron definidos todos los estadios en sus respectivas sedes”, señaló el organismo.
En 2013 millones de brasileños salieron a las calles para manifestar contra las millonarias inversiones públicas en la organización del Mundial, en detrimento de sectores más necesitados como la educación y la salud. afp