El Consejo Superior Universitario (CSU) analizará hoy llevar adelante un “paro total” en la UNA, a pedido de los gremios de funcionarios que recrudecieron sus protestas.
El rector, Abel Bernal, convocó a una sesión extraordinaria para tratar la propuesta de paralizar todas las actividades, administrativas y académicas, los próximos martes 21 y miércoles 22. La idea es que en masa puedan ir al Congreso y así presionar la aprobación del pedido de reajuste salarial y cumplimiento de contrato colectivo, previstos en la propuesta de la UNA sobre el presupuesto 2018.
“Queremos el cese total de las actividades en esos dos días para poder acompañar en el Congreso el tratamiento del anteproyecto del presupuesto”, refirió Nilton De Oliveira, de la Federación de Sindicatos de Funcionarios de la UNA (Fesifuna).
Indicó que la última vez que tuvieron un reajuste fue en el 2007, aunque se aplicó a modo de reingeniería, una equiparación de salarios. “Para la UNA no hay plata, pero muchas instituciones se autoasignan aumentos”, cuestionó.
Mientras, continuarán con las movilizaciones –dijo– y el lunes entrante visitarán la sede del Ministerio de Hacienda, solicitando una adenda favorable ante la última propuesta acercada por el rector.
Revés. Los funcionarios de la UNA recibieron un revés anticipado. La presidenta de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Senadores les adelantó –el pasado miércoles– que no dictaminarán a favor de la ampliación presupuestaria. “Dijo que no hay financiamiento, que es difícil, no hay forma, todo negativo para nosotros. Tratamos de convencerla porque hace diez años no estamos percibiendo un aumento. Además, desde hace tres años nos están cortando los beneficios del contrato colectivo”, expresó Lucila Pinazo, presidenta de la Federación de Sindicatos de la UNA (Fesiuna), quien estuvo haciendo lobby en el Senado.
Es por eso que ayer el acceso principal al Rectorado amaneció cerrado. Las puertas de vidrio estaban empapeladas con carteles alusivos al reclamo. La hoguera de una cubierta encendida, frente a la fachada del edificio, era el preludio del recrudecimiento de la medida de protesta.
Solo se recibieron documentos en un acceso lateral y hasta las 9.40 en el Rectorado y puede que hoy ni siquiera atiendan una hora. Después, centenares de funcionarios emprendieron la marcha por senderos del campus universitario que culminó con el cierre intermitente de la Avda. Mariscal López
Las cifras
42.126.409.300 guaraníes es el pedido de reajuste de los funcionarios que representa el 25% y que apunta a la equiparación salarial.
59.634.914.500 guaraníes solicitan para el cumplimiento del 100% del contrato colectivo de trabajo, vigente desde el 2012.
1.000 funcionarios de la UNA, aproximadamente, que tienen cinco y hasta 10 años de antigüedad carecen de cobertura médica.
Repudian a Lea Giménez por sugerir suba de los aranceles
A todos los gremios de funcionarios de la UNA, que se unieron en un mismo reclamo, les pareció inoportuna y hasta ofensiva la sugerencia de Lea Giménez, titular del Ministerio de Hacienda, para que se haga realidad el pedido de reajuste. “La ministra nos amedrentó públicamente queriendo obligar a subir los aranceles académicos y administrativos a docentes y a estudiantes, si queremos un reajuste salarial”, reza una nota firmada por líderes de Fesifuna, gremios independientes y sindicatos del Hospital de Clínicas.
Giménez olvidó que con la Ley de Tope Arancelario la UNA dejó de percibir G. 46.400 millones por año.