“Perdimos a una persona que se ocupaba mucho del arte popular, la línea que él exploraba en teatro”, comentó el actor y director Roger Bernalve, acerca del teatrista que dirigió zarzuelas (Emiliano Rekove y otras) y diversas piezas teatrales de autores paraguayos. “Dirigió obras de Julio Correa y otros autores nacionales, siempre rescatando el guaraní, idioma que manejaba muy bien. Era muy folclorista. Yo trabajé con él en Autores Asociados (que lideró Sandoval) con las obras Ñandembaeray y Pleito Rire”, recordó.
Bernalve destacó además que Sandoval tenía especial atención en dar espacio a los artistas nacionales en el programa que dirigía en Radio Ñandutí. También mencionó el paso del actor por la pantalla grande, a través de las películas Miss Ameriguá y El Toque del oboe (1988).
El director, quien estuvo al frente del Conservatorio Sandoval junto a su esposa, la arpista japonesa Toshiko, propició el regreso a tablas de la puesta Anivéna karaikuéra, ñane reta rayhupápe (¡Basta señores!, por amor a nuestra Patria), de Demetrio Ortiz, en el centenario del artista.
CEPATE. El Centro Paraguayo de Teatro (Cepate), en un comunicado público, recordó que Lucio incursionó en todas las facetas del arte “como actor, director, docente, productor, comunicador y gran difusor de la cultura paraguaya, a la que honró a través de su trabajo artístico y de producción”.
Igualmente, el escrito del Cepate rescata la participación de Sandoval en la directiva del gremio: "(Lucio) fue un artista comprometido y un compañero solidario a quien despedimos con el dolor de la pérdida, pero con el orgullo de saber que nos deja un gran legado que trataremos de honrar”.
“Lucio tenía tanto amor y voluntad al teatro que era increíble la energía que ponía en cada proyecto. No paraba hasta lograrlo. Persona simpática en sus dichos populares. Descansa en paz compañero”, expuso por su parte la actriz, directora, docente y escritora Erenia López, quien también compartió escenarios con Sandoval.
Opinión: “Fue un placer trabajar con él”, Willy Segovia, actor.
“Fue un privilegio trabajar con él como actor y asistente de dirección. Todos los días aprendías algo nuevo de él, tanto artísticamente así como persona, él era muy respetuoso. Mi hija Clara debutó bajo su dirección y Gilda, mi señora, también trabajó con él como proyectista. Puedo decir que fue un placer colaborar con don Lucio; una persona activa, creativa e incansable”.