Después de las celebraciones por Navidad, las redes sociales se llenaron de fotos de perros extraviados que llegaron a casas ajenas, buscando un refugio del ruido de los fuegos artificiales.
Según el veterinario Raúl Tuma, huir es normal en un momento de crisis que sufre un perro cuando se asusta. “Hay que recordar que la audición de los canes es muchas veces más sensible que la de los humanos”, explicó a ULTIMAHORA.COM el profesional.
Recomendó que en todos los casos las mascotas sean sedadas con algún calmante que recomiende un veterinario, teniendo en cuenta que cada droga varía de acuerdo a la raza y tipo de animal.
También aconsejó a los dueños de perros que, si pasan la fiesta de Año Nuevo fuera de sus casas, no dejen a los peludos en el patio ya que no solo se pueden extraviar, incluso pueden sufrir accidentes. “Hay perros que quedan atorados o muy lastimados entre las rejas de las casas”, dijo.
Lo ideal es dejar a las mascotas en una habitación, con aire acondicionado y algún equipo de sonido con música suave, que distraiga los oídos del can.
Método de la tela envuelta. Un método bastante casero que en internet se promociona bastante en las últimas semanas es uno que involucra una tira de tela de algodón con la que se envuelve al perro. El método Tellington Ttouch, como es denominado, ayuda a reducir el estrés y otorga mayor seguridad y armonía al animal.
Tuma comentó que en su consultorio todavía no probaron el sistema, pero que ya tuvo conocimiento y por ende pidió que se aplique como método opcional, teniendo en cuenta que no afectaría de ninguna manera al perro.
Chips. El veterinario lamentó que en esta época sea cuando más animales se extravían, por lo que comentó que ya existe en Paraguay la posibilidad de implantar chips a los canes.
“Esta tiene que ser una campaña municipal y que se le cobre un canon a los dueños de los perros, que sea obligatorio, así los animales si se pierden pueden ser encontrados y no sufren tanto, tampoco están expuestos a vagar por las calles corriendo mucho peligro”, refirió Tuma.
Aseguró que implantar esto no causa dolor en los animales y pueden ser rastreados por GPS a través de una aplicación desde el celular y la computadora.
Los precios van desde G. 100.000, de acuerdo al tamaño y raza del perro y se aplican como una inyección. Este método ya es obligatorio en la mayoría de los países de Europa y en Japón.