Tras las elecciones primarias de Nuevo Hampshire el pasado martes, en las que Sanders se impuso por un amplio margen sobre Clinton, las próximas paradas para los demócratas son Nevada y Carolina del Sur, con gran presencia de minorías, por lo que las cuestiones raciales y la inmigración centraron buena parte del debate de hoy.
“Yo voté a favor de una reforma migratoria integral cuando estaba en el Senado; el senador Sanders votó en contra”, recriminó a su adversario la ex secretaria de Estado y exsenadora por Nueva York Hillary Clinton, quien, según las encuestas, goza de mayor popularidad que Sanders entre negros y latinos.
El senador por Vermont respondió recordando que grandes organizaciones latinas también se opusieron entonces a la reforma porque no garantizaba condiciones laborales de los inmigrantes y podía llevar a casos de explotación, y pidió la regularización de los 11 millones de indocumentados que se calcula residen en EE.UU.
Además, Sanders insistió en sus críticas a parte de las políticas migratorias del presidente de EE.UU., Barack Obama, especialmente con las deportaciones de inmigrantes llevadas a cabo a principios de este año.
“Cuando vemos a gente huyendo de Honduras y países con tantos problemas de violencia en Centroamérica, no creo que los debamos echar”, sentenció el senador, a lo que Clinton respondió que “hay que mandar el mensaje a las familias de Centroamérica de que no envíen a sus hijos a este viaje tan peligroso”.
“No sé a quién estás mandando un mensaje. Estos son niños que huyen de la guerra”, le afeó Sanders.