08 may. 2025

Claudelino Balbuena: “Quiero que nazcan más artistas indígenas”

Johana Peralta

Artista.  Claudelino Balbuena,   Basybuky, El Guerrero Yshyr.

Artista. Claudelino Balbuena, Basybuky, El Guerrero Yshyr.

Sus obras reflejan rituales y danzas de los pueblos originarios, utilizando acuarela, acrílico, témpera, lápices y papel vegetal. Se trata de Claudelino Balbuena, Basybuky, artista plástico indígena del pueblo Yshyr, hijo del fallecido pintor Ogwa Balbuena.

Con su gran amor al arte y sus cuadros llegó a la redacción de ÚH. Algunas de las obras de Claudelino fueron premiadas en Europa, una de ellas se encuentra en el Centro Cultural de la Unesco, en Murcia, España.

El artista indígena comenta que desde niño veía a su padre trabajar con sus pinturas, y asegura que toda la técnica autóctona lo aprendió con Ogwa, su padre y maestro. “Papá nos mostró cultura, mitos, paisajes, cultura del pueblo. La técnica es única de mi papá. Mi escuela de arte fue mi padre”, afirma orgulloso.

Explica que sus trabajos de pintura lo hace en el patio de su casa en contacto directo con la naturaleza, lo que le ayuda a la inspiración.

Pero el reconocimiento no llegó enseguida, sino que exigió tiempo y la superación de prejuicios. “El racismo existió siempre. Al principio era algo que atajaba mi crecimiento aquí, pero al volver de la Argentina y Europa me empezaron a respetar más, y fue cuando comenzaron a abrirse puertas y darme más oportunidades”, añade el artista.

Claudelino concreta su primera exposición en Argentina, en el 2007. “Aquí fue una lucha porque no recibía ninguna ayuda para exponer”, dice. Tiempo después, logró llevar sus obras a ciudades europeas como Madrid, Málaga, París, Bilbao, entre otras. Aquello fue una experiencia enriquecedora que le permitió el reconocimiento de su trabajo a nivel local. “Una antropóloga valoró nuestro arte y de ahí empecé a difundir acá”, expresa Balbuena.

Sus pinturas son sobre la naturaleza, los paisajes, la mitología y cultura de los pueblos originarios; el racismo, los chamanes y de sus viajes.

Su gran pasión por el arte lo impulsó a sacrificarse para conseguir ser reconocido como artista y sus trabajos valorados. “Luché por el arte. El amor al arte nadie puede derrotar, es lo que se lleva en el corazón. Luchando conseguí estar donde estoy”, sentencia.

Actualmente trabaja como gestor cultural en la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), donde realiza charlas y talleres sobre los Derechos de los Pueblos Originarios, además de realizar un acompañamiento técnico a líderes indígenas.

planes. Uno de los sueños de Claudelino es la creación de un fondo para el arte indígena. “Pido al Gobierno y a las instituciones el apoyo para crear un fondo para el arte indígena. Somos capaces de mostrar nuestro arte, tenemos capacidad y necesitamos ayuda para la educación de los pueblos originarios”, señala el artista, añadiendo: “No tenemos nada. Quiero poder dar talleres en más de 21 comunidades indígenas”, dice.

Otra de sus metas es llevar el arte originario a otros países, a través de las embajadas paraguayas, para lo cual presentó un proyecto al Fondec.

“Como pueblo originario no tenemos fondo para seguir creciendo. Quiero que nazcan más artistas indígenas a través de estos talleres que pueda dar”, exclama afianzado.

Entre sus preocupaciones está la falta de conocimiento tecnológico. “No conocemos mucho sobre las herramientas tecnológicas para hacer difusión de nuestras obras”, aclara.

El valor de sus obras va desde G. 200.000 y se encuentran en la Galería Matisses. Contacto al (0984) 631-758.