Desde inicios de los años 90 escucho que el modelo de desarrollo de Ciudad del Este se había agotado y que tenía sus días contados.
La entrada en vigencia del Mercosur así como la inestabilidad económica que tanto Brasil como Argentina han experimentado en estas tres décadas fueron desafíos que podrían haber tenido impactos catastróficos sobre la economía y el empleo en la región.
Sin embargo, Ciudad del Este, sus empresarios y trabajadores nos han demostrado una gran capacidad de adaptación a los cambios que el entorno le impuso continuamente durante esos años.
Desde un principio comprendieron que la principal fortaleza de la ciudad es su ubicación cercana a los centros de consumo más importantes del Brasil, donde se concentra la población de mayor ingreso de ese país.
Además, visualizaron la oportunidad comercial que genera el modelo industrial proteccionista brasileño que hace que miles de productos producidos en EEUU, Europa o Asia tengan precios sustancialmente inferiores a los productos similares fabricados por los industriales brasileños.
Con esta visión y ante la constante inestabilidad de los vecinos, lograron desarrollar una gran capacidad emprendedora, creativa e innovadora para adaptarse a los cambios y reinventarse continuamente mejorando el modelo y su competitividad.
Esa capacidad emprendedora impregnada en las personas en Ciudad del Este está logrando en los últimos anos expandir sus horizontes, identificando y desarrollando otras potencialidades que la región posee, reinventándose nuevamente y ampliando las oportunidades para su gente y para todo el país.
En este sentido, los empresarios están embarcados en un proyecto de convertir a Ciudad del Este en un moderno Centro Comercial Internacional. Han invertido en hoteles, restaurantes y shoppings centers de primer nivel y se han instalado tiendas y marcas premium de nivel internacional con precios altamente competitivos buscando atraer a un turismo de compras más sofisticado y de alto poder adquisitivo tanto de Brasil, de Argentina y de otros países.
Además, es el principal centro de instalación de las empresas brasileñas que buscan aprovechar el régimen de maquila y los bajos costos de producción en nuestro país trasladando parte de sus procesos productivos y volverse competitivos frente a productos similares, principalmente, provenientes del Asia.
Sin embargo, hay ciertos desafíos que la gente de Ciudad del Este debe encarar con mucha responsabilidad para que todo el esfuerzo de inversión que están haciendo sea sostenible.
El principal es mejorar la transparencia en las transacciones económicas y comerciales avanzando con mayor fuerza en la formalización de sus actividades de importación y de ventas. En este sentido, se han hecho enormes avances desde el 2005, pero falta mucho aún por hacer.
Si no se formalizan las transacciones, las transferencias de fondos para el pago de las importaciones van a dificultarse cada vez más hasta convertirse en una barrera para los negocios.
Además es necesario mejorar y simplificar el régimen de turismo con un impuesto único para todos los productos relevantes y con un sistema simple de registración de empresas, de importación de mercaderías, de facturación de ventas y de liquidación y pago simplificado del impuesto.
Esto además de mayor transparencia mejoraría la competitividad del modelo.
Por otro lado, debe iniciarse inmediatamente la construcción del segundo puente y todas las obras complementarias.
Si hay problemas de recursos en el Brasil, nuestro país debe plantear utilizar recursos del Focem o de Itaipú e incluso proveer el financiamiento necesario para que estas obras terminen lo antes posible.
Este puente dará un nuevo impulso al turismo de compras facilitando el tránsito de vehículos particulares así como agilizar el transporte de cargas a fin de mejorar la logística relacionada con el régimen de maquila y del transporte de granos hacia los puertos brasileños.
Finalmente, quiero reconocer la gran capacidad emprendedora de la gente en la región de Ciudad del Este que hace que se reinventen continuamente ante los desafíos que enfrentan. El resto de los paraguayos debiéramos emularlos para acelerar el desarrollo de nuestro país.
