Fue lo informado por el viceministro de Agricultura, Mario León. “Hay una necesidad de entre 500.000 y 700.000 toneladas de maíz en Brasil, por lo que están migrando en sus proveedores”, explicó el funcionario, quien se reunió en la tarde de ayer con el titular de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, para abordar este y otros temas.
De esa cantidad, los productores paraguayos ya han comprometido 100.000 toneladas, a ser exportadas en junio, luego de la cosecha, indicó León.
Oportunidad. El viceministro resaltó que este negocio en puertas es una oportunidad que en otros años no se ha dado, y que representaría un ingreso extra para los productores. En ese sentido, lo que se venda a Brasil podría honrar las deudas que el sector mantiene, tras haber hecho importantes inversiones en infraestructura y maquinarias. “Brasil recibe habitualmente el maíz paraguayo, pero en volumen mucho menor y en determinados estados, por lo que se considera importante este posible negocio”, dijo el viceministro.
“Hay exportaciones (a Brasil) pero no en el volumen en el que se está hablando ahora. Representaría un ingreso extraordinario para nuestros productores, porque no estamos en buena situación por el bajo precio”, manifestó.
Paraguay es uno de los proveedores de maíz del Brasil. De hecho, Paraguay se dedica más bien a la producción de dicho alimento para consumo interno, recordó el funcionario. El año pasado se sembró maíz en 838.000 hectáreas y se cosecharon 5.000.000 de toneladas, recordó.
“En realidad ellos (Brasil) estaban comprando de Estados Unidos. Hoy por hoy les resultaría más caro de ahí, por eso quieren de la región. Además, están con una inflación”, comentó.
Expectativa. Por su parte, el titular de la UGP dijo que están expectantes a lo que pueda ocurrir en las siguientes tres semanas, luego de la cosecha. Si todo sale bien, podrán proveer a Brasil de todo el maíz que necesitan, aseguró.
“Nosotros podemos proveerles, pero no podemos hablar antes de la cosecha, que se hará recién dentro de tres semanas. Necesitamos que no venga ninguna helada en ese tiempo; recién después podemos hablar. Ahora todo es futurología”, dijo Cristaldo.
Con respecto a los problemas que está atravesando Brasil, tanto el viceministro como Cristaldo coincidieron en que uno de los factores de la escasez fue la falta de reposición del alimento, a su vez como consecuencia de las dificultades económicas devenidas de la actual crisis política que soporta el país vecino.