La inesperada victoria de Trump, quien durante la campaña prometió deportar a millones y construir un muro en la frontera sur de EEUU para frenar la migración, generó miedo en la empobrecida región centroamericana, de la que cada año miles de personas huyen por la falta de empleo y la creciente violencia.
Mientras las comunidades latinas en EEUU temen las amenazas de Trump de expulsar a tres millones de indocumentados; en El Salvador, Guatemala y Honduras muchos aceleran sus planes para viajar al norte, una tendencia al alza en los últimos años.
Funcionarios centroamericanos reportan un sensible aumento de gente iniciando la peligrosa travesía hacia Estados Unidos desde el triunfo de Trump este mes, lo que está generando un tapón en la frontera con México que podría ser un problema para Trump cuando tome las riendas el 20 de enero.
“Hay un aumento en el flujo de inmigrantes que están saliendo del país, estimulados por coyotes que les dicen que tienen que llegar a EEUU antes de que el señor Trump asuma”, dijo a Reuters la vicecanciller hondureña, María Andrea Matamoros.
Durante el año fiscal 2016, que cerró en setiembre, EEUU detuvo a unas 410.000 personas en su frontera con México, en torno a un 25 por ciento más que en el ejercicio anterior, la gran mayoría salvadoreños, guatemaltecos y hondureños. reuters