Ángel
Barrientos
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Cerro Porteño y General Díaz mostraron poco e igualaron 1-1 en un partido que careció de fantasía en la elaboración de fútbol. El empate no sirvió a ninguno.
El Defensores del Chaco quedó muy grande para el público asistente y para un partido pobre en cuanto a acciones de riesgo en ambas áreas. El primer tiempo tardó una eternidad en culminar y Cerro no supo encontrar el fútbol acostumbrado en ese periodo. General Díaz fue muy respetuoso y las pocas jugadas colectivas que supo generar no tuvieron un buen desenlace.
mejor dinámica. En la etapa complementaria el Ciclón consiguió elevar su nivel y fue superior a su rival. El mediocampo ganó en protagonismo gracias a los relevos de sus volantes y las salidas limpias por los costados. Mathías Villasanti se convirtió en el conductor de un equipo que ganó en velocidad.
El rival se mostró extenuado, sin ideas, y el formato planteado por Héctor Mareco no pudo desarrollarse por reiterados errores de sus jugadores. Todas las acciones en ataques fueron dilapidadas. La realidad de las Águilas se refleja en la tabla de posiciones. Ahora es el momento de repuntar o la cuestión se tornará nublada.
Cerro Porteño tiene la mente en la revancha ante el DIM, el martes, por los cuartos de final de la Sudamericana.