El Poder Ejecutivo está trabajando para llamar a una cumbre de poderes para analizar y discutir sobre la crisis que golpea la zona Norte, tras el último golpe del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que asesinó a 8 militares en la zona de Arroyito, Concepción.
“Hay que hacer (la cumbre)”, dijo una fuente cercana al presidente Horacio Cartes.
La Cámara de Senadores resolvió instar al Ejecutivo a remover a los responsables de la seguridad del país, entre ellos, el ministro Francisco De Vargas (Interior) y el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Gonzaga Garcete.
La intención del presidente de la República y su equipo es que la cumbre se pueda realizar la próxima semana. La invitación también incluirá a la Fiscalía, que es uno de los principales estamentos responsables de llevar adelante las investigaciones que surgen en torno a los atentados perpetrados en la zona Norte.
Senadores de la bancada liberal y de la disidencia colorada estuvieron de acuerdo en llamar a una cumbre de poderes.
El interés de llevar adelante el encuentro entre el Ejecutivo, los presidentes de las cámaras de Senadores, Diputados, la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Pública se da en momentos en que se pone en discusión la efectividad de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que recibió un nuevo golpe el fin de semana pasado.
Los empresarios agremiados en la Unión Indutrial del Paraguay, la Unión de Gremios de la Producción, entre otros, también se mostraron a favor de que se pueda llevar adelante una cumbre. Estos consideraron que la responsabilidad no solamente corresponde al presidente de la República, sino también a los demás poderes del Estado.
otras cumbres. Una de las primeras cumbres realizadas en este Gobierno fue luego del asesinato del periodista Pablo Medina y su acompañante Antonia Almada, cuyo autor moral fue el ex intendente colorado de Ypehú, Canindeyú. Desde aquel entonces, hubo una fuerte confrontación con aquellos sectores vinculados con en el negocio del narcotráfico.
Otro encuentro se realizó en setiembre del año pasado, poco después de las internas coloradas, en donde el tema central giró en el encuentro entre el presidente y su adversario interno de la ANR, Mario Abdo Benítez.
En todos los encuentros, el tema de inseguridad fue abordado como uno de los focos principales que preocupa al sector político.