Una marcada agenda cumplirá la diseñadora de fragancias de la casa Herrera, quien llega al país en el marco de las celebraciones por los 35 años de Carolina Herrera. Para las 19.30, ofrece una recepción en el Club Centenario.
Entre los invitados figuran diseñadores nacionales, clientes, colaboradores y otros amantes de la moda, quienes podrán disfrutar del exclusivo agasajo. El evento se extenderá por los jardines y salones del club, que serán ambientados por Óscar Guccione, quien dispondrá de un diseño con flores naturales. El elegido para maquillar a Carolina Herrera de Báez fue el maquillador Arturo Bavera.
Además, Carolina presenta la colección Insignia y el libro 35 years of fashion, editado por Rizzoli, bajo la dirección artística de Fabien Baron y con textos de la reconocida redactora de moda J. J. Martin. La edición incluye imágenes y artículos de reconocidos fotógrafos, estilistas y editores que hacen parte de la historia de Carolina Herrera, así como una producción con colecciones de propuestas fotográficas que reinterpretan looks de archivo de la casa de moda, trayéndolos a la actualidad y uniendo el pasado con el presente. En su visita también inaugura la ampliación de la tienda de marca en el Shopping del Sol, que de ahora en más contará con una colección para niños.
Inspiración. Carolina Herrera de Báez es la mujer detrás de las fragancias de Carolina Herrera. En sus creaciones es reconocida por reinterpretar la naturaleza y sorprender constantemente. Como parte de su inspiración rescata sus experiencias de niña y principalmente sus viajes, como lo comentó en una entrevista para la revista Vanidades.
“Los viajes de pequeña me marcaron. Al viajar hacés enlaces que entablan un juego de los sentidos. Cada persona usa el perfume y lo relaciona con sus experiencias individuales. Durante sus viajes también atesora en la memoria sabores evocadores”, señala la directora creativa de House of Fragrances de la firma.
Para Carolina Herrera de Báez el equilibrio de un perfume puede basarse en contrastes pero también en el propósito de que las esencias, cuando se juntan, sean algo evocativo, sensual y bonito, “en el equilibrio agridulce y en la variedad”, afirma.