Tres menores de edad y un hombre de 19 años fueron arrestados la noche del sábado tras una persecución policial en el sector Sagrada Resurrección, horas después de que el volante del conjunto panameño y otras dos personas fueran tiroteadas en el barrio Nuevo Colón.
En la vivienda donde se encontraban los sospechosos al momento de ser sorprendidos se halló un arma posiblemente usada en el ataque que causó la muerte del deportista y del joven Delano Wilson.
Además la policía encontró un vehículo tipo sedán color vinotinto que coincide con la descripción del que usaron los atacantes.
El carro tenía un reporte de robo y varios impactos de bala, de acuerdo con el diario Crítica.
Las autoridades de la Policía, el Ministerio de Seguridad y la Fiscalía no han respondido a las peticiones de información oficial al respecto.
Henríquez, padre de tres niños y de 33 años de edad, murió horas después en una policlínica de Colón, su ciudad natal y una de las más peligrosas del país.
El mediocampista, pieza fundamental de su seleccionador, el colombiano Hernán Darío Gómez, jugó en las últimas cuatro jornadas del hexagonal de la Concacaf rumbo al Mundial de Rusia 2018, en el que Panamá marcha de tercero.
El panameño regresó en 2016 al fútbol local con el Árabe Unido, después de varios años en la liga colombiana, en la que estuvo con equipos como el América de Cali, Atlético Huila e Independiente de Medellín.
Su asesinato causó el repudio de distintas personalidades, entre ellas el presidente, Juan Carlos Varela, quien anunció el despliegue de las fuerzas de seguridad hacia Colón para dar con los responsables del crimen.
La Federación Panameña de Fútbol y los distintos clubes a los que perteneció Henríquez han escrito mensajes condenando el crimen y con sus condolencias.
