Ambos expertos fueron convocados para brindar su parecer técnico, en julio del año pasado, por la Iglesia Católica, a través de monseñor Francisco Pistilli, obispo de Encarnación y representante de la Comisión Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia de la Conferencia Episcopal Paraguaya y también por la Secretaría Nacional de Cultura del Paraguay.
Los profesionales explicaron que los principios básicos para trabajar en el patrimonio histórico establecen que cada intervención debe ser mínima, limitado a lo que de verdad es necesario para garantizar la conservación; debe ser reversible, sin introducción de materiales y técnicas no adecuadas; y basarse en un análisis detenido de la historia y del estado actual.
“Lamentablemente esta obra singular fue gravemente dañada con el desmontaje del cielorraso pintado del techo de la Sacristía, causando con ello importantes problemas en la estructura de la obra, el tablazón y su policromía. Esta remoción, al parecer no prevista en el contrato de obra, nos parece completamente injustificada, dado el regular estado de conservación de la estructura original, que no ameritaba un desmontaje integral. La delicadeza de las tablas policromadas están policromadas al temple, una técnica muy susceptible de deterioro ante cualquier manipulación”, expresaron los especialistas.
Recomendaciones. Como primera intervención urgente, afirman que es necesario controlar los puntales que apoyan a los arcos de las bóvedas y completarlos donde es necesario para evitar la deformación de los arcos y el peligro de caídas. “En ningún caso ha de aplicarse capa alguna sobre las piezas: barnices, fungicidas, consolidantes, etcétera; ni por el reverso ni mucho menos por el anverso policromado. Esto puede provocar la desnaturalización y transformación de las capas de recubrimiento originales de forma irreversible”, desglosaron.
Realizan pedido
El intendente del lugar, Luis Rodríguez, señaló que ya habían enviado una serie de notas tanto al Ministerio de Obras Públicas como a la Secretaría Nacional de Cultura advirtiendo que no están dispuestos a que profesionales vinculados al consorcio C&C, que fue suspendido para el trabajo de restauración, vuelvan a trabajar para el templo, ya que una de las empresas que lo conformaba, Caraguatay SA, vuelve a ser nuevamente oferente.