En toda una novela se convirtió ayer el caso del diputado liberal Antonio Buzarquis, quien casi un año después de haber denunciado por extorsión a Claudia Silvero y decir que su hijo no era suyo, finalmente reconoció al niño finalizando el año pasado. Pero antes fue su secretario Luciano Acosta el que registró como suyo al niño.
El niño actualmente tiene tres registros en el Registro Civil de Caaguazú, el cual ya se encuentra intervenido, y la madre no desea que lleve el apellido Buzarquis, por lo que ahora se desata otra batalla judicial.
Hay versiones contrapuestas entre lo dicho por Silvero y el secretario de Buzarquis, ya que la primera alega que por orden del diputado fue su secretario el que reconoció al niño, pero Acosta dijo que fue la mujer la que lo obligó a inscribir al niño con el argumento de que era el padre, ya que habría mantenido una relación con ella, según sostuvo el funcionario.
Actualmente, el niño tiene tres partidas de nacimiento y “dos padres”, según explicó la madre, señalando que se debe a la primera inscripción que realizó ella, y luego los dos reconocimientos posteriores hechos por Buzarquis y su secretario.
Historia. El legislador, cuyo hermano gemelo, Enrique Salyn Buzarquis, puja por la presidencia del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), había denunciado en abril del año pasado a Claudia Silvero por extorsión y llamó a una conferencia de prensa indicando que estaba siendo extorsionado por la mujer, a quien demandó por tal hecho.
El abogado de Buzarquis en ese entonces afirmó que tenía un recibo por G. 100 millones que el diputado entregó a la mujer en ese tiempo. Tras la denuncia, el juez de Villarrica Jorge Garcete Argüello dejó por escrito en la imposición de medidas la prohibición de “cometer otro hecho punible” a la mujer demandada por el diputado Buzarquis, con lo que notoriamente prejuzgó el caso.
Giro. La novela tuvo un giro notorio tras divulgarse que el diputado finalmente había registrado como suyo al hijo de Claudia Silvero, aparentemente sin haberse realizado ninguna prueba de ADN.
Pero lo más notorio fue que saltó otra inscripción anterior, donde es el secretario de Buzarquis, Luciano Acosta, el que había inscripto como suyo al hijo de Buzarquis, en mayo del año pasado.
Ambos trámites los realizó el funcionario Diego Manuel Crosta, quien será apartado mientras dure la intervención del caso.
En entrevista con la Monumental 1080 AM, Silvero dijo que el diputado ni siquiera acudió a la oficina del Registro para realizar el trámite, y que no participó de las dos inscripciones últimas, o sea la de Buzarquis, ni la de su secretario.
“Mi hijo tiene mi apellido, para mí sería una vergüenza que mi hijo tenga el apellido Buzarquis después de esta humillación”, expresó la mujer.
Negó haber tenido relación alguna con el secretario privado del diputado y se mostró muy afectada por la situación actual que enfrenta.