Autoconfianza: los paraguayos necesitamos creer en nosotros mismos, mirar hacia delante y dejar de buscar excusas (guerras pasadas con países vecinos, políticos corruptos, falta de capital), para justificar lo que no hacemos. Tenemos un gran instinto de supervivencia, sin embargo ese instinto muchas veces nos termina traicionando, ya que no nos permite arriesgarnos para lograr aquello que soñamos.
Es tan grande el impacto al crear un emprendimiento que solo mirando para adelante podremos calcularlo. El problema es que la mayoría de las veces miramos hacia atrás para calcular lo que podemos perder, sin fijarnos en lo que podemos ganar. Es así, como nos dejamos ganar antes de iniciar nuestro proyecto, ya que a los paraguayos nos falta desarrollar más autoconfianza.
Planificación: el Business Plan es una herramienta que se utiliza para planificar una empresa. También existen otras opciones como “Lean Startup” o el método “Canvas”, que igualmente son útiles. Los paraguayos somos tan felices que muchas veces nos preocupa poco el futuro y eso es útil, si es que en vez de preocuparnos nos “ocupamos” en planificar nuestro futuro empresarial. El segundo gran desafío de los paraguayos es desarrollar más el hábito de la planificación, para que cuando el futuro sea presente, no nos sorprenda.
Mente-de-obra: el verdadero valor de una persona está en su mente, en su capacidad de análisis, en sus opiniones y sus nuevas creaciones. Hace tiempo que la fuerza de la mente crea más valor en los negocios, que la fuerza física. Por eso es que los emprendedores paraguayos necesitamos entrenarnos más en “vender” nuestra mente-de-obra para generar nuevos negocios.
La mente-de-obra es capaz de desarrollar Softwares, Apps para Smartphones, Nuevas Patentes o Industrialización de Commodities, entre otras actividades. El tercer gran desafío de los paraguayos es enfocarnos más en nuestra mente-de-obra, porque mientras más grande sea nuestra nueva idea, más importante será el impacto económico y social que esta tendrá al ponerlo en marcha.
Estos desafíos, en especial la mente-de-obra, no son solo para aquellos que están decididos a emprender un nuevo negocio, sino también para aquellos trabajadores dependientes, que están cansados de hacer día a día lo mismo en sus trabajos. La única manera de lograr resultados diferentes es haciendo cosas diferentes. Quizás sea hora de dejar de buscar un trabajo y empezar a crearlo.