Por Narciso Meza
ITAPÚA
Un francés de 33 años recorre el continente americano en bicicleta desde hace tres años. El último fin de semana inició su aventura en Paraguay, ingresó desde la Argentina por la ciudad de Encarnación. Tras dejar la capital de Itapúa, llegó a Trinidad, donde visitó la Misión Jesuítica, uno de sus objetivos en nuestro país. El europeo se dirigirá luego a Puerto Triunfo, en el nordeste itapuense, para llegar a Ciudad del Este y de allí partir a Asunción.
Comenzó esta aventura para conocer de cerca el continente, todo lo que tiene que ver con su multirracialidad, las costumbres de los diferentes pueblos y naciones, además de zonas y lugares históricos de las cuatro Américas.
“Desde hace tres años recorro el continente americano en bicicleta, hasta ahora visité 20 países desde Canadá hasta la Argentina, ya pedaleé 35.000 kilómetros. Es muy lindo este recorrido porque me permite ver y contemplar de cerca las tradiciones, las costumbres, los lugares históricos como estas reducciones jesuíticas”, dijo David Gasc, ingeniero agrónomo, oriundo de Tolouse, Francia.
ATRACCIÓN. De tanto en tanto aparecen en el sur los ciclistas aventureros que en su recorrido cruzan la ruta sexta que une Encarnación con Ciudad del Este, un trayecto de 280 kilómetros. En el caso de David no solo piensa hacer todo el trazado de esta vía, sino entrar en los ramales y conocer zonas rurales como las plantaciones agrícolas mecanizadas y hortigranjeras que se tiene entre Itapúa y Alto Paraná.
“Soy ingeniero agrónomo y por eso me atrae esta zona de gran producción granelera, según me dijeron, por eso iré entrando en algunos lugares para ver y conocer de cerca sobre la producción de soja, maíz, trigo y otros rubros, me interesa hablar con los agricultores”, dijo.
A pesar de que son pocos los días que lleva en el Paraguay, el francés no dudó en afirmar que es uno de los pueblos donde se ve a gente muy amable y hospitalaria. “Desde que ingresé a Encarnación el viernes pasado a recorrer solo los primeros 30 kilómetros de la ruta sexta me di cuenta y soy objeto de la amabilidad, hospitalidad y calidez de la gente de este país”, expresó en un casi perfecto español.
David comentó que un viaje de este tipo requiere de mucha voluntad y espíritu aventurero. “Viajo sin problemas, llevo en la bicicleta ropas, alimentos, agua, cámping y algunos repuestos”, dijo. Señaló que ahorró dinero durante varios años de trabajo para poder hacer el recorrido. No obstante, afirmó en que “no gasto mucho porque solo tengo que comprar alimentos, además este medio de transporte no utiliza combustible y generalmente no me quedo en hoteles sino en mi carpa”.
Señaló que conocía muy poco, casi nada, de nuestro país porque nunca sale en los medios de Europa, pero sí sabía que acá se encuentran las reducciones jesuíticas y una gran producción agrícola.
“Poco se sabe de Paraguay en Europa porque los medios de comunicación nunca hablan de este país, se debe promocionar más porque por lo que estoy viendo es una nación muy linda”, dijo y se subió de nuevo a su bicicleta para continuar el viaje.
