Un dato a destacar es que la totalidad de las 17 entidades bancarias del país alcanzan la calificación A, incluso la banca de segundo piso como la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD).
El Banco Itaú, cuya última revisión había tenido en octubre del año pasado, este mes mantuvo la nota de riesgo AAApy (la más alta), pero su perspectiva continúa siendo sensible.
Feller dice que un factor de riesgo es la fuerte competencia que ejerce una presión natural sobre sus márgenes, las condiciones negativas en la economía de Brasil, que pudiera afectar a su matriz, y los cambios regulatorios que introducen presión sobre su rentabilidad.
En este último punto, es de señalar que la modificación hace más de un año de la ley de tarjetas significó un sensible golpe para este banco que lidera en este segmento.
Otro de sus grandes competidores, el BBVA, que también posee una nota AAA, mantuvo en esta revisión su tendencia estable.
La calificadora le señala como factor de riesgo “márgenes más acotados e instrumentos puntuales del gasto en previsiones resultan en retorno bajo el promedio del sistema”.
Indican que su actividad está concentrada en el sector agropecuario y existe alta competencia en sus segmentos objetivo.
Feller Rate también actualizó la situación de riesgo de Bancop, Atlas, Familiar, Visión y Sudameris, entidades que mantuvieron tanto su calificación como sus perspectivas de riesgo (ver detalles en infografía).
El sistema financiero paraguayo es uno de los más sólidos de la región, con un nivel de liquidez de 44,6%, una solvencia en un 20,4%, rentabilidad de 17,7% y nivel de morosidad de 3,3%.
Pese a que ciertos indicadores disminuyeron en los últimos meses, debido a una desaceleración en la colocación de créditos, comparativamente son mejores que los sistemas de la región.