04 ago. 2025

Baile sobre ruedas

Trajes coloridos, piruetas, giros; elegancia y estética únicas. Hablamos del patinaje artístico, este deporte que todavía pocos conocen pero que tiene su encanto.

Patinaje

Revista Vida

Por Fátima Schulz Vallejos / Foto: Fernando Franceschelli.

Sobre ruedas. Así es el patinaje artístico, una disciplina considerada un deporte-arte, porque no solamente conjuga la destreza física, sino también el movimiento del cuerpo al ritmo de la música. “Lo pueden practicar niños y niñas a partir de los tres o cuatro años, desde que logran tener cierto equilibrio y consiguen caminar”, explica Emily Franco, profesora en la academia Alto Patín.
En opinión de los expertos, es una disciplina sumamente completa que combina deporte, danza, coordinación musical y expresión corporal.
Este deporte ayuda a desarrollar cualidades físicas, permite tener una buena tonicidad en todos los músculos, porque no solo trabajan los miembros inferiores (piernas), sino que también lo hace todo el cuerpo. Y por si fuera poco, otorga beneficios sicológicos y sociales. “Si bien es un deporte individual, generalmente se entrena en grupos. Entonces fomenta la integración, y eso es fundamental. A nivel intelectual también ayuda un montón, porque requiere mucha concentración para patinar y coordinar todos los movimientos sobre los patines al ritmo de la música. Por eso es un deporte-arte, porque la dificultad no es solo técnica, sino también artística. Además, desarrolla el equilibrio y la sicomotricidad”, describe la docente.

Estética y elegancia
Muchos hemos visto patinaje artístico en las competencias o espectáculos que se transmiten por televisión. Allí, tanto hombres como mujeres se entrenan de la misma manera para hacer los saltos y las piruetas más arriesgados. ¿Hombres? “En Paraguay hay uno solo y en Sudamérica en general son pocos, pero en Europa sí hay muchos más. Existen numerosos preconceptos que quizás inciden en que el deporte se difunda más entre mujeres”, señala Franco.
Más allá de la técnica, el acompañamiento musical invita a la patinadora a sentir el ritmo y adecuarlo a sus movimientos. Es imposible vislumbrar esta disciplina sin esa cualidad mágica de quienes la practican. “Nosotros marcamos una coreografía y la profe de danza nos ayuda a corregir los pasos y la postura. Pero no existe una música definida, es a elección. Generalmente, cuando las patinadoras son más grandes sí se usan canciones instrumentales, pero cuando son pequeñas y empiezan a competir no importa el estilo, siempre y cuando hagan la coreografía al ritmo de la música”, añade la profesora.
Además de la habilidad corporal de quienes practican este deporte, otros atractivos son el colorido y brillo de los trajes, el maquillaje, el peinado, la estética en general. “En realidad es un deporte completo, donde todo suma. No te sirve de mucho una patinadora que tenga destreza, pero que estéticamente no esté completa”, agrega.

Elementos del patinaje

El principal elemento del patinaje artístico es el patín, compuesto por cuatro ruedas, dos delanteras y dos traseras, que tiene una bota —normalmente de cuero— rígida para sostener los tobillos en los saltos. Algunos los recordarán como los patines de la abuela, porque antes eran muy populares, hasta la aparición de los rollers. Pero los de cuatro ruedas son los tradicionales y los que se utilizan para este deporte.
La calidad del patín varía de acuerdo a la dificultad. “Cuando uno se inicia, lo hace generalmente con los patines chinos, que normalmente se compran en las jugueterías. Pero una vez que se empieza a patinar y que se quiere lograr más trucos, se compran otros de mejor calidad. Hay para principiantes, medias y profesionales. Lo que hay que tener en cuenta es el peso, ya que cuanto más livianos sean, permitirán al patinador tener más agilidad”, asegura el entrenador Carlos Soltys, quien opina que los mejores son los patines italianos, que se fabrican para el alto rendimiento.
Para practicar de manera óptima, la superficie debe ser lisa y plana. Lo ideal es que no tenga hendiduras ni agujeritos y que esté siempre limpia. Los materiales pueden variar: granito pulido, parqué (madera), baldosas cerámicas o un buen alisado de cemento. Cualquiera de estas superficies, siempre que estén en buen estado y no presenten ningún obstáculo para que no se tranquen las ruedas en ningún orificio, es apta para la práctica.

Alto rendimiento
Cuando se habla de patinadores de alto rendimiento, se hace referencia a deportistas que ya forman parte del Seleccionado paraguayo, que compite en Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales. Para llegar a esto se exige cierto nivel de patinaje y se participa de competencias donde se escoge a los mejores de las diferentes categorías, que podrían ser representantes de Paraguay en eventos internacionales. En el país, una de ellas es Alejandra Cubas (22), que lleva 14 años haciendo patín, específicamente desde que tenía ocho. “Desde chiquita veía patinaje sobre hielo en ESPN y siempre dije que quería ser patinadora. Pero como acá no hay hielo, me encontré con el patinaje sobre ruedas”, rememora.
Si bien comenzó a practicar en el 2002, compite en la categoría internacional desde el 2008, lo que le permitió recorrer varios países, entre ellos Italia, España, Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Ecuador. Todo sacrificio tiene su recompensa, pero cada uno de esos logros también conllevan mucho esfuerzo. No en balde su rutina —en vista de que está enfocada en el alto rendimiento— incluye preparación física específica para la disciplina. “Implica coordinación, velocidad y flexibilidad. Es muy parecida a la gimnasia rítmica”, detalla Alejandra.
“Llegados a una instancia, los patinadores requieren el acompañamiento de un nutricionista y de un sicólogo deportivo, para mejorar el rendimiento en la pista. La idea es que el deportista pueda manejar los nervios de la competencia, el estrés que producen tantas horas de entrenamiento y esa experiencia de representar a su país y ser evaluado por muchos jueces”, indica Soltys.
Según los docentes, en Sudamérica, los mejores en la disciplina son los argentinos, seguidos por los colombianos y los brasileños. Pero aclaran que Paraguay también pelea por los primeros puestos con muy buenos patinadores a nivel local.
¿Requisitos para practicar? “Lo único que hay que tener es ganas de patinar. No hay límite de edad”, destaca Soltys.
Más allá del trabajo que implica, no quedan dudas de que el principal atractivo del patinaje es volar sobre cuatro ruedas.
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Modalidades
El patinaje artístico se practica en diferentes modalidades. Libre, que contiene saltos, piruetas y giros, más enfocada al alto rendimiento; figuras obligatorias, consistente en recorrer con un impulso los círculos marcados en la superficie de práctica; free dance, danza libre en la que se realizan pasos, saltos y giros más sencillos; y por último, danza obligatoria, que se trata de seguir unos diagramas con una secuencia de pasos preestablecidos.

Apoyo
La Secretaría Nacional de Deportes y la Confederación Paraguaya de Patinaje Artístico generalmente apoyan económicamente a los patinadores que van al exterior a competir, pero por lo general todo es auspiciado por los padres. “Normalmente cubren pasajes, pero los trajes, la competencia y la estadía se consiguen a pulmón, así como los entrenamientos, preparadores físicos y sicólogos”, afirma la profesora Franco.
Por su parte, Soltys reconoce: “Para ser un deporte pequeño y practicado por poca gente, la Confederación está bien organizada a nivel país. Los tres grandes polos, que abarcan Asunción, Itapúa y Ciudad del Este, trabajan bastante bien en forma conjunta”.