En algunos estados donde fumar marihuana es legal, tanto para uso recreativo como medicinal, la venta de estos cigarrillos electrónicos aumentó considerablemente, informó la BBC.
Este porro electrónico, al igual que el de tabaco con el mismo sistema, no produce humo sino vapor y tampoco olor, que es el principal problema de los fumadores de marihuana.
Sin embargo, los compuestos psicoactivos del cannabis, que producen cambios en la percepción, en las funciones motoras y pueden causar alteraciones del comportamiento o incluso adicción, son los mismos.
Pero el auge de estos cigarrillos electrónicos despertó la preocupación de las autoridades sanitarias de los estados en los que la marihuana es legal, que indican que, tal como ocurre con el tabaco, todavía se desconocen sus verdaderos efectos sobre la salud.
Además, temen que, igual que lo sucedido con los cigarrillos electrónicos, resulten muy atractivos para los adolescentes y aumente el consumo de THC en este segmento de la población.