El evento reunió a 600 alcaldes del hemisferio, quienes acordaron mejorar la democracia y la prestación de servicios. Matto refirió que en la reunión se llegó a la conclusión de que es indispensable que los gobiernos locales y sus asociaciones se fortalezcan en cada país mediante estrategias de descentralización política y fiscal que amplíen sus competencias y recursos con autonomía suficiente para diseñar y aplicar en cada territorio políticas específicas de desarrollo.
Los buenos hábitos de los pobladores de la ciudad cordillerana permitieron que obtengan varios reconocimientos que permitieron que hoy se la conozca como “la ciudad más limpia del país”. La iniciativa empezó en 1991 y los atyreños no pararon, lograron primero el puesto número siete de la ciudad más limpia en América y octava en el mundo.