Creían que tenía 10 años, pero no, tiene 15. Johan Alexis Ramírez fue clave en el momento de rescatar a los sobrevivientes del avión que cayó en Antioquia.
Johan veía la televisión con su padre, Miguel Ramírez; eran como las 21.54 y de repente oyeron algo similar al trueno, esto los levantó de la cama. Lo que parecía humo por afuera, era neblina, que tornaba complicada la visibilidad. Ambos son oriundos de La Unión, zona cercana al accidente del avión de Lamia.
En tanto asimilaron qué fue lo que escucharon, como conocedores de la zona, sabían que el hecho había ocurrido a unos 4 minutos de la vivienda de ellos, por lo que tomaron rumbo con el objetivo de buscar el lugar exacto de la caída del avión. Aproximándose a la zona, oyeron gritos que eran de los bomberos y policías que acudieron al rescate.
“Ya había algunos bomberos y policías cuando llegamos, gritaban que a un lado había uno, que allí estaba el otro. Comenzaron a sacar a los heridos, pero estaban abriendo y así era muy demorado, así que les dijimos que había un camino más fácil y más rápido”, expresó el niño Johan al portal digital de El Colombiano.
El joven dijo, además, que en el momento de rescatar al primer sobreviviente, Alam Ruschell, fue junto a los policías para avisar que tenían a una persona con vida en la carretera. También ayudó a rescatar al portero Jackson Follman, mientras que, al mismo tiempo, su padre transportaba con un grupo a la auxiliar de vuelo Ximena Suárez.
Johan fue considerado el “niño fantasma” por desconocerse su paradero luego del accidente, hasta que, gracias a la búsqueda de los medios de comunicación, lo ubicaron. A pesar de que algunos actores del rescate afirmaron haber estado con un niño que ayudó, nadie sabía de su paradero hasta hoy.
“Subíamos por más heridos cuando cerca de las 2.00 AM un policía nos sacó, nos dijo que nos fuéramos, que quién sabe con qué intenciones habíamos ido; un bombero discutió con él y le dijo que estábamos colaborando”, expresó Johan, relatando los últimos minutos que estuvo en medio de tan trágica situación en donde hubo 71 personas fallecidas -la mayoría miembros del club brasileño Chapecoense- y solo seis sobrevivientes.