En carpas coloradas el que marca las pautas sigue siendo Horacio Cartes, quien según algunas encuestas será el senador número 1 de la ANR a pesar del alto rechazo que genera su figura; mientras que en la oposición la candidatura de Alegre no reúne las mismas características que candidatos anteriores no colorados.
A pesar que, según datos de la Justicia Electoral, 311.679 jóvenes podrán votar por primera vez, la ciudadanía parece mostrar un hartazgo hacia las elecciones y hacia la clase política en general. Justamente, sobre estas situaciones reflexionan el analista Alfredo Boccia Paz y Marta Ferrara, de Semillas para la Democracia.
“En ninguna otra elección de la democracia tuvimos una apatía del público en general tan marcada como en esta. Probablemente las causas tengan que revisarse después. Uno pudiera hablar del hastío ciudadano de la política, encuestas previas que marcan una diferencia, poco carisma de los candidatos en el sentido de hipnotizar a las masas y generar fanatismo”, opina Alfredo Boccia.
Menos. El analista agrega que las campañas se volvieron menos callejeras y menos masivas “por la influencia creciente de las redes sociales”. “Lo que sí se nota es que las calles están despobladas de fervor”, apunta, aunque reconoce que la verdadera evaluación se tendrá luego de las elecciones, de acuerdo con la asistencia de la gente en ese día.
“Creo que están pasando dos cosas: por un lado, el entusiasmo de todo el espectro no colorado, incluyendo quizá a los liberales, pasa por la irrupción de figuras realmente entusiasmantes por lo novedosas, o por la esperanza que puedan generar. Cuando hablo de eso me refiero, guardando las distancias y las épocas, a Carlos Filizzola en 1991, Caballero Vargas unos años después, a Lugo en el 2008, o aquí a nivel de Asunción a Mario Ferreiro. Eso no se ve ahora. La oposición muestra un candidato ya conocido, que no tiene esas características”, señala Boccia Paz.
Asimismo, Marta Ferrara indica que se sabrá el verdadero nivel de apatía el día de las elecciones, con el resultado del número de la participación ciudadana. “Lo que yo noto es que hay como una indignación general en la ciudadanía, que genera desmovilización. Pero yo creo que eso tiene que ver directamente con el nivel de impunidad que tenemos. Todos sabemos que existen índices muy altos de hechos de corrupción (...), pero lo que no vemos es que haya sanciones a esos hechos”, reflexiona la directora de Semillas.
Añade que otra situación que genera indignación son las encuestas. “Nadie cree ya nada. Están desvirtuando una herramienta científica”, afirma, detallando que también se ve menos publicidad electoral. “Aparentemente hay menos dinero que en elecciones anteriores”, opinó.
El entusiasmo de todo el espectro no colorado pasa por la irrupción de figuras novedosas (...). Eso no se ve ahora.
Las campañas se volvieron menos callejeras y menos masivas por la influencia de las redes sociales. Alfredo Boccia Paz, analista político.
Noto que hay como una indignación general en la ciudadanía que genera desmovilización.
Están desvirtuando una herramienta científica como las encuestas. Nadie cree ya nada.
Marta Ferrara, Organización Semillas.