Uno de los afectados, menor de 14 años, entró inclusive en pánico cuando fue blanco de Chamas. Sus padres denunciaron el caso ya en diciembre pasado.
Según la denuncia, al menor le pidió prestado su celular, videojuegos y le exigía la entrega de dinero periódicamente. Chamas recorría en taxi y el costo lo pagaba el menor. Cada vez crecían las amenazas cuando la víctima se negaba a pagar.
El miedo que infundía el joven a su víctima provocó que el estudiante robara 800.000 guaraníes para pagar por la seguridad de su familia a la que supuestamente iban a atacar Nazir Chamas y su grupo presuntamente integrado por hinchas del club Olimpia, según la amenaza de este.
“Lo amenazó con golpearlo a la salida del colegio, además de secuestrarlo y violarlo porque a sus víctimas les decía que pertenecía a un peligroso grupo”, refiere una fuente de la investigación fiscal.
MODUS OPERANDI. El joven se hacía amigo de sus víctimas, se tomaba su tiempo para seguirla por las redes, hacían amigos en común y luego programaban jornadas de videojuegos.
Al ganarse la confianza, pedía prestados los aparatos telefónicos como también videojuegos. Al ser requerido, se negaba a entregarlos y ahí se iniciaba la coacción, según la Policía.
Los agentes de Antisecuestros de la Policía señalaron que Chamas tenía poder de convencimiento. Sabía cómo abordar y embaucar a sus víctimas.
También se hizo pasar por gerente de una discoteca y estafó al público de una fiesta de carnaval. Un total de 47 denuncias fueron radicadas en su contra en varias fiscalías barriales y en la unidad del fiscal antisecuestro Federico Delfino.
La semana pasada fue detenido y posteriormente imputado por coacción, coacción grave, extorsión y extorsión grave. Se encuentra recluido en Emboscada.