El cruce de llamadas realizado a los teléfonos celulares encontrados en los allanamientos -realizados para dar con la banda de asaltacajeros- revelaría que altos jefes policiales estarían vinculados a los miembros del grupo criminal y alertaban acerca de las acciones que iban a tomar las fuerzas de seguridad.
“Si se llega a descubrir la participación de un elemento de la Policía Nacional en complicidad con estos delincuentes muy peligrosos que hasta han amenazado de muerte a algunos de los investigadores, pues hay que caerle inclusive con el doble peso de la ley”, sostuvo De Vargas en contacto con Telefuturo.
Manifestó que aquel policía que ha jurado dar la vida si fuere necesario para proteger los bienes y la vida de las personas tiene la obligación de custodiar a la población de los delincuentes.
Los sospechosos serían un comisario principal, un subcomisario y un oficial inspector. Otras pruebas incluso vinculan a un alto jefe policial que habría contactado a través de la red social Facebook con la esposa de Orlando Efrén Benítez, un integrante de la banda delictiva.
El ministro sostuvo que dejará que la investigación siga su curso y que todos los agentes policiales serán objetos de una minuciosa pesquisa.
Todas las personas que están bajo la lupa ya fueron apartadas de sus cargos y los antecedentes serán enviados a la fiscal Teresa Rojas, refirió el ministro.