El pasado jueves 26 de octubre, un día después del atentado en el que presuntos asesinos a sueldo balearon una camioneta y mataron a un niño de 5 años en Asunción, el titular de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana dio una conferencia de prensa en Mburuvicha Róga, tras reunirse con el presidente Horacio Cartes.
Alliana declaró lo siguiente: “Le recuerdo a esta gente que dice que la inseguridad ha crecido en nuestro país, le recuerdo que desde el 2008 hasta el 2013 en el gobierno de Lugo y Federico Franco hubo 993 asesinatos por sicariato, en el gobierno de Horacio Cartes del 2013 al 2017 hubo 629, una baja considerable de muertes por sicariato”.
ÚH Verifica chequeó esta declaración del presidente de la ANR y encontró que además de ser imprecisa, también es engañosa. Los números brindados incluyen una gran cantidad de muertes que no fueron por encargo. En realidad, no existe un registro oficial y exacto de la cantidad de homicidios cometidos por sicarios en Paraguay en el periodo mencionado por Alliana.
FUENTE. Leticia Bravard, directora del Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, dependiente del Ministerio del Interior, informó que la institución no cuenta con estos datos, ya que recién desde el 2015 comenzó a recolectar información acerca de la cantidad de muertes con características de sicariato. Indicó que el departamento de Estadística de la Policía Nacional tampoco cuenta con estos datos.
Funcionarios del presidente de la Cámara Baja informaron que su declaración se basó en datos proporcionados por el Centro de Gobierno, un ente creado por el actual gobierno que depende de la Presidencia y coordina todos los Ministerios.
El Centro de Gobierno utilizó una estadística preparada por el departamento de Criminalística de la Policía (ver infografía). Al respecto, el mismo jefe del departamento, César Silguero, informó que la información fue recolectada manualmente y a raíz de “un pedido” que se presentó en el departamento.
Aclaró que los números corresponden a “muertes con características de sicariato” y que no todos son efectivamente crímenes cometidos por sicarios. “De repente hay un problema entre hinchas y no fue sicariato, pero tampoco le llevó nada, por ejemplo. O una muerte callejera donde alguien mata porque estaba borracho, pero no se sabe quién es. Entonces entra dentro de una gama de características, pero nosotros no tenemos una estadística que diga ‘muerte por sicariato’, porque se tiene un proceso investigativo para determinar eso, más bien son homicidios por arma de fuego la mayoría”, explicó e incluso señaló que dentro de estas cifras están incluidos “la mayoría de homicidios por arma de fuego”.
Por otro lado, Alliana comparó los periodos de Gobierno tomando las cifras del 2008 al 2013 para hablar de las administraciones de Franco y Lugo, sin tomar en cuenta que Lugo asumió recién en agosto de 2008 y Franco entregó el mando a Cartes en agosto de 2013. Las mismas estadísticas proporcionadas a Alliana señalan que el año en el que más muertes “con características de sicariato” fue el 2015, durante el Gobierno actual. Por todo esto, su declaración fue inexacta y engañosa.
METODOLOGÍA. El analista en materia de seguridad José Amarilla, del Centro Interdisciplinario de Estudios de Seguridad, señaló que existen varias dificultades metodológicas para recolectar información sobre el sicariato, sobre todo, por la discontinuidad de los estudios oficiales.
“Por ejemplo, en algunos casos en las estadísticas policiales aparece una especie que se denomina ‘hallazgo de cadáver’. No aclara si el occiso tenía signos de ahorcamiento, si se había ahogado, si había muerto por causas naturales o si había sido una ejecución”, comentó Amarilla, quien fue director de Inteligencia del Ministerio del Interior durante el gobierno de Fernando Lugo.
Por su parte, el abogado criminólogo e investigador del Conacyt Juan Martens indicó que para registrar el sicariato primero se debe elaborar un sistema de registrar y determinar qué se considera “muerte por sicariato”.
“Se tienen que crear nomenclaturas para el registro, en el sistema estadístico de la Policía Nacional o el Ministerio Público se tiene que establecer, como se estableció recientemente en el caso de feminicidio. Ese es un ejemplo claro de qué manera a través de la estadística se quiere visibilizar un problema”, expresó.