Por Juan José Brull
ÑEEMBUCÚ
Los pobladores de Alberdi, Departamento de Ñeembucú, siguen resistiendo en sus hogares. El nivel del río Paraguay llegó ayer a 9,66 metros y está latente el peligro de que el muro de defensa costera ceda por la fuerza del agua.
Si bien el gobernador del Ñeembucú, Carlos Silva, reiteró que el problema por ahora está controlado, desde la Secretaría de Emergencia Nacional mantienen la alerta sobre la posibilidad de evacuar la ciudad.
Los vecinos aguantaron todos estos días, después que el miércoles a la noche el Gobierno dispusiera la evacuación. La comunicación hecha en horas de la noche no fue bien recibida por los pobladores, que con este tipo de anuncios son presas de una sicosis colectiva.
La noche de fin de año y recepción del 2016 fue sin embargo distinta a otros tiempos. El tradicional baile en las instalaciones del Sportivo Alberdi quedó suspendido y la gente pasó en familia, atenta a cualquier llamado urgente.
Mientras en el centro de la ciudad, habitada por unas 7.000 familias, la vida continúa alerta, pero normal. En algunas compañías como Acevedo Cué, la Municipalidad entregó víveres, así como a los que se encuentran albergados en escuelas y colegios.
Los comercios están llenando nuevamente sus góndolas esperando la venta por Reyes, que cada año mueve la economía alberdeña.
Esperanza. La primera jornada del 2016 sorprendió a los alberdeños con mucha esperanza, según refirió Darlis Vega, presidente de la Junta Departamental de Ñeembucú, oriundo de la ciudad.
El legislador departamental mencionó que la situación está controlada, los muros no presentan mayores problemas, situación que aumentó el optimismo pues observan que los muros resistirán gracias a los trabajos de reforzamiento realizados en la costanera.
La esperanza de los ribereños se acrecienta teniendo en cuenta que en Villeta y Asunción las aguas dejaron de subir.
También mencionó que las miles de personas están atrincheradas y observan que el pico de la riada ya pasó. Igualmente, siguen atentos ante cualquier eventualidad.
La autoridad lamentó que se dejara pasar un año sin reparar el terraplén como corresponde.