Bendaña aseguró en una entrevista que no tiene una postura negativa con relación al aumento del salario mínimo, pero considera que se deben realizar consensos para evitar un posible “proceso inflacionario que podría traer” el ajuste.
“Habrá que verlo con mucho cuidado para que no afecte a la economía. Hay muchos industriales y empresarios que piensan que les conviene que el costo de vida suba de manera a que el salario acompañe la inflación”, comentó.
Explicó que si se aprueba el proyecto de ley para la modificación del sistema de reajuste salarial, el aumento del salario se aplicaría de manera automática, en proporción al porcentaje de la inflación.
Ejemplificó que si la inflación llega al 3%, el reajuste del salario será del 3%.
“Muchas empresas dicen que eso les ayuda mucho porque eso hace previsible su presupuesto. En los otros casos, depende de cuándo y cómo se hacen los aumentos, y si de repente se hace un aumento salarial, y eso no estaba previsto, entonces eso funde todos los presupuestos”, aseguró.
“Hay empresas a las que esto afecta muchísimo, como una empresa de seguridad, en donde el 90% de sus costos está influenciado por un aumento salarial porque lo que venden es servicios personales”, añadió.
Indicó que diferentes gremios como la Unión Industrial del Paraguay, entre otros, se reunirán la próxima semana para sentar una postura consensuada sobre el tema del ajuste salarial y el posible proceso inflacionario que traería consigo.
El salario mínimo actual es de G. 1.824.055 desde el mes de marzo del 2014. Por ley, solo pueden aplicarse ajustes al momento en que la inflación alcanza el 10%.
Como el actual es de 7,2%, el Ejecutivo pretende modificar el Código Laboral y eliminar el requisito de llegar al 10% de inflación para el aumento del salario, lo que implicaría que este cambiaría automáticamente de acuerdo a la inflación del momento