21 may. 2025

Adultos cumplen el sueño de bailar

Practicar ballet es posible incluso en la edad adulta, y sin previos conocimientos. Esta disciplina artística ofrece beneficios físicos, emocionales y síquicos, y está disponible en varias academias.

Adultos

Foto: Gentileza

Marisol Ramírez

mramirez@uhora.com.py

Mujeres –y también varones– pueden cumplir el sueño de bailar ballet en la adultez y aprovechar los múltiples beneficios que este ofrece. Algunas de las academias que ofrecen esta opción son Giselle Lahaye Ballet y Marisol Pecci Danza.

“Para estudiar ballet, si no se empezó a los tres años, hacerlo a los 18 o más, es un milagro, en cambio, hoy es posible”, explica la bailarina y docente Giselle Lahaye Bonnin, quien empezó enseñando a niños en el Estudio de Arte Coreográfico Bonnin, academia de su familia.

Para Lahaye la decisión de enseñar a adultos se dio a través del comentario de una abuela que llevaba a su nieta a la danza, y un día le preguntó: "¿Por qué no hay ballet para adultos?”. Así decidió probar esta opción con un taller de verano en el año 2015. Debido al éxito obtenido, continuó y sigue hasta hoy. “Vi la necesidad e interés de los adultos, algunos de seguir bailando, otros de empezar”.

Para Giselle, “no existe una edad límite para bailar o hacer cualquier otra cosa, los límites están en la mente, en los pensamientos”, asegura.

Las clases para adultos –que duran hora y media, tres veces por semana– tienen una dinámica adaptada y de acuerdo con el grupo. “Empezamos con calentamiento, barra, centro, diagonales, giros, estiramiento. Cada paso se hace de acuerdo con las necesidades de los alumnos, básicamente, el ballet está pensado para todas las edades”.

En las clases se utiliza la vestimenta de una bailarina, es decir, malla, medias, zapatillas, “motivamos a los estudiantes a usarla, a aceptar su cuerpo como es. Si tenemos presentación a fin de año, se usa vestuario acorde. El año pasado fue la primera presentación con tutú romántico, las chicas estaban muy contentas”, recuerda Giselle Lahaye.

La profesora aclara que trabajar con adultos requiere paciencia. “No es lo mismo enseñar niños que adultos, requiere seguir una metodología, objetivos bien claros, para que el adulto no se frustre”.

BENEFICIOS. La práctica de ballet beneficia al cuerpo y a la mente. Se toma consciencia del cuerpo, se mejora la postura, favorece la eliminación de líquidos y grasa, señala la profesional. Mejora la coordinación, equilibrio, agilidad y concentración. También favorece la superación de la timidez, la confianza y disciplina; además, fomenta la creatividad y el trabajo en equipo.

La profesora Marisol Pecci ofrece clases para adultos hace más de una década, y empezó la modalidad con ex alumnas. “Volvían ex alumnas, o alumnas de otras escuelas que abandonaron, y querían retomar”, recuerda.

Pecci opina que el ballet para adultos que nunca bailaron ballet es algo positivo. “Siempre ejercitarse es muy bueno, sin importar la modalidad que se elija. Hay que explorar, ver si el cuerpo se adapta a ese estilo. Hay que moverse con consciencia”.

Para la maestra, más que la edad tiene que ver la condición física, si la persona se adecua a la disciplina.