Orlando Castillo, director del Servicio Nacional de Atención al Adolescente Infractor (Senaai), explicó que los jóvenes que desertan del sistema educativo con frecuencia retornan por su propia iniciativa.
Señaló que esta situación se suscita por el trabajo coordinado con la familia del adolescente y su comunidad.
Los adolescentes extrañan a sus familias, en especial cuando no reciben visitas, pero también adquieren conciencia de que necesitan cumplir sus penas y con ayuda de la familia y vecinos vuelven al centro educativo.
Actualmente unos 303 adolescentes forman parte del sistema en todo el país. El mayor número se encuentra en el Centro Educativo de Itauguá, con 136 adolescentes en contexto de encierro, infomaron desde el Ministerio de Justicia.
Finalmente, Castillo informó que se redujo el número de reingreso de los adolescentes en el sistema en los últimos años y resaltó que el trabajo con la familia ayudaría a mejorar los índices.