El viceministro de Economía, Humberto Colmán, fue el encargado de presentar el proyecto en la audiencia pública que se desarrolla en el Congreso Nacional.
Pero mientras defendía la propuesta del Gobierno, las centrales sindicales intentaron interrumpirlo con abucheos, informó el periodista Samuel Acosta.
El alto funcionario alegó que el rechazo hacia las modificaciones de la ley que crea la figura de la superintendencia de pensiones es porque en realidad no se leyó el proyecto. Niega que se intente “tocar” el beneficio de los aportantes.
Los sindicatos piden a los senadores su rechazo total por considerarlo inconstitucional.
En un intento por conseguir el visto bueno de los sindicatos, el Ministerio de Hacienda presentó cuatro propuestas, pero desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) alegaron que ninguna cambia la cuestión de fondo, que es la gobernanza sobre las cajas jubilatorias.
Uno de los mayores cuestionamientos recae en la creación de la Superintendencia de Pensiones, cuya autoridad será designada por el Poder Ejecutivo. También deja abierta la posibilidad de realizar inversiones con los fondos jubilatorios.
La senadora Esperanza Martínez dejó entrever que la bancada del Frente Guasu no apoyará la iniciativa del Gobierno. Para la legisladora el proyecto tiene un título “engañoso” y desconfía de los “superpoderes” que serían confiados al superintendente, quien, según advierte, podrá realizar cambios reglamentarios al sistema de reparto.
A su vez, el analista económico Amilcar Ferreira dijo durante su discurso que se está llevando adelante esta ley a “tambor batiente”, sin revisar reclamos que son atendibles por las cajas.
Dijo que al revisar el documento, se puede observar que, efectivamente, hay superpoderes otorgados a una sola persona. “Se deja todo a su criterio, sin tener obligación de abrir un sumario administrativo para la legitima defensa”, explicó.
Agregó que en el capítulo de inversiones, la libertad de colocar los fondos en bonos del Tesoro generará pérdidas para las cajas, puesto que estos títulos tienen tasas de apenas 6% de interés, cuando que los préstamos a jubilados o aportantes rondan entre el 15% y 20%.