Los funerales con honores de Estado del ex presidente ruso Borís Yeltsin, nunca se declaró religioso, se ofician a estas horas en la Catedral de Cristo Salvador, en presencia de las máximas autoridades del país y de numerosas personalidades y altos cargos extranjeros, como Bill Clinton y Bush padre. Que se le dedique una misa de cuerpo presente no es el único hecho que demuestra los cambios vividos en Rusia en las últimas décadas. Tras la ceremonia, sus restos serán enterrados, a diferencia de la mayoría de los ex mandatarios soviéticos, no en el Kremlin sino en el cementerio Novodiéviche, tumba de pensadores y artistas.
El oficio religioso está a cargo del miembro del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa y Metropolita de Krutitsk y Kolomna, Juvenal. “Nuestra patria Rusia vive una vida plena y regresa a sus antiguas tradiciones. Prueba de ello es que por primera vez en más de cien años despedimos a un jefe del Estado en un templo”, ha subrayado Juvenal, al leer un mensaje del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Alejo II. La ceremonia religiosa está siendo transmitida en directo por las principales cadenas de televisión del país. Desde el templo mayor de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el féretro con los restos mortales de Yeltsin será trasladado al cementerio de Novodiéviche, donde se le dará sepultura.
Junto a Chejov y Prokofiev
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha decretado hoy día de duelo nacional en memoria de su antecesor, que gobernó el país entre 1991 y 2000. Aunque Yeltsin nunca se declaró religioso, la Iglesia Ortodoxa Rusa le considera una figura clave en su cambio de suerte. “Por su fortaleza, él ayudó a la restauración del papel de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la vida del país y su gente”, resalta la institución en un comunicado. Durante toda la noche, la capilla ardiente de Yeltsin ha estado abierta al público. En las puertas de la catedral, el mayor templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Moscú, se han agolpado cientos de personas, que hacían cola para despedirse de él. La mayoría de los que han acudido a velar el cuerpo de Yeltsin son personas de mediana y de la tercera edad.
La profunda ambivalencia rusa hacia Yeltsin ha generado dudas sobre cuántas personas seguirán en las calles su procesión funeraria. Incluso si hay una multitud, probablemente sea menor que la de los funerales de los líderes soviéticos, cuando el público podía asistir a verlos durante días. A diferencia de la mayoría de los ex mandatarios soviéticos, Yeltsin no será enterrado dentro de los muros del Kremlin, sino que su tumba estará en Novodiéviche, un espacio arbolado cercano del monasterio más famoso de Moscú.
Novodiéviche es la tumba de pensadores y artistas, más que de políticos. Allí reposan los restos del escritor Anton Chejov, el compositor Serguei Prokofiev y el escritor Mijaíl Bulgakov, que vivió en tiempos de Stalin y es una de las figuras más destacadas de la literatura moderna. No obstante, yace también allí una figura política tan vigorosa y compleja como Yeltsin: el ex presidente soviético Nikita Kruschev. Otros vecinos de tumba ilustres son Alexander Lebed, el general que le disputó la presidencia en 1996, y Raisa Gorbachov, mujer de su principal adversario político. - (AGENCIAS)