Estados Unidos y China “deben comprometerse a no buscar conflictos ni confrontaciones, al respeto mutuo y a un espíritu de cooperación” para promover la “noble causa” de la paz mundial y el desarrollo, dijo Xi, citado por los medios.
El mensaje de Xi llegó más de dos semanas después de la felicitación de otras potencias.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se encuentran en un punto históricamente bajo a causa de la enérgica agenda diplomática y comercial del presidente saliente Donald Trump, que impuso aranceles, sanciones a empresas del gigante asiático y sostuvo un tenso pulso estratégico y militar en la región.
Al estallar la crisis del coronavirus en la ciudad china de Wuhan, Trump acusó a Pekín de falta de transparencia, y de haber recibido el respaldo inmerecido de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su mensaje a Biden, Xi explicó que “el desarrollo sano y estable de las relaciones entre Estados Unidos y China concuerda con los intereses fundamentales de ambos pueblos”.
El vicepresidente chino, Wang Qishan, mandó también un mensaje de felicitaciones a Kamala Harris, la vicepresidenta electa estadounidense, según la agencia de noticias Xinhua.
La reacción inicial china a las elecciones presidenciales estadounidenses fue muy cauta. Pekín se limitó a subrayar el 13 de noviembre que los resultados debían ser confirmados “de acuerdo a la ley de Estados Unidos”.
quedarse en casa. Adoptando un tono presidencial, Biden, afirmó el miércoles en un discurso que el país no va a perder la “guerra” frente a la pandemia e instó a los ciudadanos a unirse, mientras que el presidente saliente, Donald Trump, continúa enredado en sus pleitos sobre un supuesto fraude en las pasadas elecciones.
Biden recordó que en los últimos meses la batalla contra el coronavirus ha “devastado” el país: “Nos ha traído dolor, pérdida y frustración. Ha costado tantas vidas, 260.000 estadounidenses”, lamentó.
En ese sentido, animó a sus compatriotas a quedarse en casa por Acción de Gracias, la festividad más familiar del año en EEUU, que se celebra hoy, y puso como ejemplo su propio caso.
“Vamos a tener un Acción de Gracias separados. Jill (su esposa) y yo estaremos en nuestra casa de Delaware con nuestra hija y nuestro yerno. El resto de la familia hará lo mismo en pequeños grupos”, detalló. En tanto, el presidente Trump, en la que se ha convertido en su retórica habitual desde que las proyecciones de medios de comunicación dieran el 7 de noviembre a Biden como ganador, insistió en que él fue el triunfador de las elecciones y lanzó alegaciones infundadas de que hubo fraude. “Estas elecciones deben ser revocadas porque ganamos”, insistió.