Los votos de protesta, o en blanco, tanto para el PLRA como para la ANR; la participación que, aunque celebrada, no alcanzó ni el 50% y el rechazo de la población joven que se pronunció en las redes sociales con el #ANRNuncaMás son una llamada de atención que podría tener significancia en los resultados de las elecciones municipales de octubre y las presidenciales del 2023 para ambos partidos tradicionales. Para algunos referentes políticos, se trató de una votación de las estructuras prebendarias y un mensaje de hartazgo.
En tanto, el politólogo Marcos Pérez Talia destaca que los partidos tradicionales continúan teniendo centralidad en la política nacional, partiendo de que las internas no se vieron muy afectadas en su participación.
En la ANR, Pérez entiende que el descenso no fue brusco. “En las internas de 2015 tuvieron en torno al 50% de participación, mientras que el domingo estuvo en torno al 40%. Seguramente la crisis política que vive la ANR y el gobierno en particular afectaron, aunque también la pandemia”, analizó.
Igualmente, el analista indicó que el PLRA tuvo un nivel de participación del 32%, como en las internas partidarias de 2016, por lo que “no se puede decir que hubo baja participación porque esos números se asemejan al histórico del partido”, recalcó.
Por todo esto, Pérez Talia prefirió dar su lugar a los partidos mayoritarios. “Comparando estos números con los terceros partidos vemos una diferencia importante. Los partidos tradicionales siguen siendo centrales y vigorosos en lo que respecta al electoralismo. El desafío seguramente pasa por volver más programática la relación ‘oferta electoral y electorado’”, apuntó.
Sobre el rechazo en redes sociales, el politólogo señaló que es un pronunciamiento contra la gestión política del Partido Colorado. “Una crisis ya no hacia una facción que gobierna sino hacia el mismo partido político que está en el poder desde 1947 (salvo el quinquenio 2008-2013)”, reflexionó. De igual modo, subrayó que el desafío para la oposición es capitalizar ese clima de hastío hacia la ANR. “Para ello deberán ampliar sus interlocutores con la sociedad, armar un atractivo programa de gobierno y una plataforma suprapartidaria. Los resultados de las internas en el PLRA muestran que los acuerdos de cúpula ya no tienen el resultado esperado. En este caso, se aliaron contra Efraín Alegre todos los senadores del PLRA y la mayoría de diputados e intendentes, y aun así logró su reelección. El electorado es cada vez más independiente de la estructura partidaria. La oposición debería leer el triunfo de Alegre en clave 2023”, concluyó.
Por su parte, el sociólogo Luis Ortiz reconoció que existe un malestar de un sector de la ciudadanía que se vio en los votos blancos, pero aclaró que la gran parte afiliada aún demuestra un comportamiento corporativo.
Sin embargo, destacó que la manera de reacción ciudadana más importante es la acción colectiva de las movilizaciones, que no fueron lo suficientemente extendidas, pese a la gran disconformidad con la administración del poder público de la pandemia, llevada a cabo por la ANR. No obstante, manifestó que, a pesar del malestar, no hay visos de cambios. “Esto solo es un signo de disconformidad, la maquinaria sigue su curso. Esperemos que se den acciones colectivas que verdaderamente pongan en jaque al sistema”, afirmó.