Como parte de una fiscalización iniciada, hasta la primera quincena de este mes, el Viceministerio de Transporte (VMT) requisó más de 30 buses en controles realizados en la vía pública, por no contar con la inspección técnica vehicular (ITV) o superar los 20 años exigidos por las normativas.
El abogado Pedro David Britos, viceministro de Transporte, señaló que a mediados de marzo empezaron una campaña de control de la antigüedad y condiciones en que circulan los colectivos que regula la institución, y que la mayoría de los buses retenidos fueron porque ya no estaban en el listado del parque autorizado por contar con más de 20 años de operatividad, que es el límite permitido por las normas vigentes para los buses del servicio intermunicipal del área metropolitana de Asunción.
Apuntó que como parte de la campaña hasta la semana pasada llevaban requisados 25 buses, y que si se suman los vehículos detenidos semanas antes del operativo, esa cantidad supera los 30 ómnibus.
La mayor cantidad de colectivos detenidos corresponden a la empresa 29 de Setiembre, que tenía a su cargo el servicio de la Línea 18 “rojo”, empresa a la que en el 2005 ya se le había cancelado el permiso para usufructuar el servicio y que hace un año también perdió ante la Corte Suprema de Justicia una acción judicial planteada.
ÓMNIBUS INADECUADOS. En medio de estos controles del VMT, en varias empresas permisionarias de transporte público de la Gran Asunción proliferan los ómnibus incómodos, en mal estado y de tamaños inadecuados, que son una tortura para los pasajeros, panorama que se contrapone a los buses con aire acondicionado, del servicio diferencial, que tienen también esas mismas empresas.
La Línea 21San Fernando se caracteriza por contar con varios buses sardinas, que hacen circular en horas de mucho movimiento de pasajeros, a quienes obligan a viajar apiñados.
En la Línea 34 Ciudad de Limpio proliferan los ómnibus improvisados de incómodos chasis y carrocerías, con un espacio interior angosto, y con puertas y escaleras muy estrechas. Estos buses no son nada inclusivos. La Línea 56 La San Lorenzana, que explota el itinerario de la Línea 45, lanza en ese ramal buses chatarras, que generan ruidos molestosos, describen los usuarios.