Con una estrategia distinta, de dos paradas, el neerlandés Max Verstappen de Red Bull ganó ayer el Gran Premio de Francia en el Circuito Paul Ricard superando en pista al inglés Lewis Hamilton, de Mercedes, su máximo contrincante en la Fórmula 1.
Red Bull demostró su fuerza y músculo, al meter a Max y Checo entre medio de los Mercedes, ya lo veía marcando en carreras pasadas, pero esta vez lo hizo en un circuito más tradicional, donde a priori, Mercedes podía recuperar terreno.
Se trata de la tercera victoria consecutiva del constructor austriaco, algo que no se veía en la Fórmula 1 desde el 2013, cuando Vettel y Webber piloteaban los bólidos de Red Bull.
El podio se completó con el mexicano Sergio Pérez que se volvió el compañero ideal para Verstappen como escudero y sumador de puntos para Red Bull. El otro Mercedes, el del finlandés Valtteri Bottas, concluyó cuarto, por delante de los dos McLaren, los del inglés Lando Norris y el australiano Daniel Ricciardo.
Ferrari volvió a ser la escudería con altos y bajos, con un Carlos Sainz que finalizó undécimo y Charles Le Clerc como decimosexto.
Verstappen manda ahora el Mundial con 131 puntos, 12 más que Hamilton; mientras que Checo Pérez es tercero, con 84 unidades. Red Bull, que correrá en casa las dos próximas carreras: los Grandes Premios de Estiria y de Austria, los siguientes dos domingos: lidera el campeonato de constructores con 215 puntos, 37 más que Mercedes.
El piloto de Red Bull se llevó el Gran Premio de Francia sobre Hamilton.