La refinería que proyecta construir PDVSA en forma conjunta con Petropar será una pequeña, inferior a la que Venezuela construye en otros países, como en el Brasil, Ecuador y Uruguay.
La serie de refinerías que proyecta construir Venezuela están diseñadas dentro de las directrices de la política energética de Venezuela hasta el año 2030, donde están trazadas en el Plan Siembra Petrolera.
Este plan comprende seis grandes proyectos de desarrollo y consta de dos etapas: una a ejecutarse entre el periodo 2005-2012, y la otra, a llevarse adelante en la etapa comprendida entre 2012 y 2030.
Para el primer periodo del Plan Siembra Petrolera, se han estimado inversiones por el orden de los 56.000 millones de dólares, a ser ejecutados entre 2005 y 2012. De esa cantidad, 70% será aportado por la operadora estatal venezolana y el resto por el sector privado o socios.
Este plan contiene seis puntos y uno de ellos habla de la integración petrolera. Venezuela suplirá de forma directa volúmenes de crudo y productos al Caribe a través de la firma de Petrocaribe, que también prevé la ampliación de la capacidad de refinación en esa zona. Además se suscribió Petrosur, con lo que avanza la planificación de proyectos, particularmente con Brasil, Ecuador, Uruguay, Jamaica y Cuba, donde construye refinerías de gran porte.
El sector empresarial paraguayo mantiene sus dudas sobre el proyecto venezolano en el país, ya que estiman que el proyecto de modernización de la refinería de Villa Elisa, solo forma parte de la intención del país bolivariano en ganar posicionamiento político en la región.
En cuanto a la inversión todavía no está definida, ya que se habla de que podría estar entre 400 y 600 millones de dólares para la ampliación y modernización de la refinería y la construcción de un patio de tanques para el almacenamiento del crudo.