No son pocas las denuncias en contra de los políticos, principalmente de los legis-ladores, que finalmente quedan en la nada, con procesos interminables por las chicanas que presentan y otras que quedan desestimadas incluso por prescripción.
Con uno de esos casos fue beneficiado el ahora senador colorado Javier Zacarías Irún, que fue denunciado por enriquecimiento ilícito durante su gestión como intendente de Ciudad del Este. La Fiscalía pidió la desestimación de la denuncia argumentando que el hecho punible de enriquecimiento ilícito tiene pena máxima de diez años y la denuncia se presentó después de ese lapso.
Otro que en su momento se benefició con una desestimación fue el diputado colorado Pedro Alliana, denunciado por cobro indebido de honorarios. El legislador había conseguido que varios de sus operadores políticos sean contratados en la Cámara de Diputados, pero los mismos no cumplían ninguna función.
El presidente de la Cámara de Diputados, el colorado oficialista Miguel Cuevas, fue denunciado por un supuesto perjuicio a la Gobernación de Paraguarí por aproximadamente G. 40.000 millones durante su gestión, pero esta causa también fue desestimada.
En cuanto a los legisladores que presentan interminables chicanas jurídicas se encuentra el liberal Enzo Cardozo y los colorados Éver Rivas y Víctor Bogado.
Otros parlamentarios que están con procesos pendientes en la Justicia son los liberales Carlos Portillo, Teófilo Espínola, Milciades Duré y Salyn Buzarquis.
Mientras que entre los colorados están: Carlos Núñez Salinas, Avelino Dávalos y Ulises Quintana.