A la luz del impacto sin precedentes que generó el Covid-19 en la industria mundial de la aviación, este proceso de reorganización le proporciona a Latam una oportunidad para trabajar con los acreedores del grupo y otras partes interesadas, para reducir su deuda y obtener nuevas fuentes de financiamiento, dándole las herramientas para transformar al grupo acorde a esta nueva realidad.
Las filiales de la compañía en Brasil, Argentina y Paraguay no están incluidas en el mencionado proceso.
“Latam entró a la crisis del Covid-19 como un grupo de aerolíneas saludable y rentable, sin embargo, circunstancias excepcionales generaron un colapso de la demanda y no sólo detuvieron a la aviación global y sus ingresos, sino que cambiaron a la industria hacia el futuro,” dijo Roberto Alvo, Ceo de Latam. “Hemos implementado una serie de medidas difíciles para mitigar el impacto de esta disrupción sin precedentes a nivel de toda la industria. Pero, al final de cuentas, este camino representa la mejor opción”, añadió.