21 dic. 2025

#UNAnoterindas

Por Andrés Colmán Gutiérrez – Twitter: @andrescolman

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El periodista Andrés Colmán Gutierrez. | Foto: Archivo.

La manifestación que empezó como un imbatible tsunami juvenil contra la corrupción, hoy corre el riesgo de ser apenas una suave brisa, ante la inacción de la Justicia.

Hablamos de la mayor movilización estudiantil en la historia del Paraguay. La que logró sacudir las estructuras de una Universidad Nacional corrupta y totalitaria. La que obligó a que un cuestionado y hasta entonces todopoderoso rector renuncie a su cargo, sea procesado judicialmente y vaya a la cárcel, junto a otro decano y a otros funcionarios y funcionarias, acusados de hechos ilícitos.

La que dejó cerca de medio centenar de imputados, y más de 300 funcionarios investigados y obligados a renunciar. La que permitió un ahorro mensual de 1.355 millones de guaraníes cuando se cortó el despilfarro y el desvío de los fondos públicos.

Sí, hablamos de #UNAnotecalles.

La movilización que nos despertó y sacudió de tantos años de temor, pasividad y conformismo. La que acompañó y fortaleció una investigación periodística y encendió la esperanza de que el cambio es posible.

No confiábamos en que sectores de la Fiscalía y la Justicia estuviesen dispuestos a llegar muy lejos, por ser cómplices –en gran medida– de las mismas estructuras corruptas que se estaban denunciando, pero la presión ejercida por miles de jóvenes en las calles y en los recintos universitarios, sumada al gran respaldo de la ciudadanía, los obligó a actuar con masivas intervenciones, allanamientos, sumarios e imputaciones.

Tanto, que hasta nos hicieron creer que realmente estaban dispuestos a hacer justicia y ayudar a sanear una institución carcomida por la corrupción.

Pero apenas se desarmaron las barricadas estudiantiles y se empezaron a normalizar las clases en las facultades, los procesos fiscales y judiciales ingresaron al característico estado vegetativo y al laberinto de chicanas, que constituyen la acostumbrada manera “legal” de consagrar la impunidad en este país.

En estos días, un pequeño grupo de dirigentes estudiantiles volvió a salir con sus carteles, alertando sobre el peligro de que su revuelta acabe traicionada. Cuentan que las carpetas fiscales están dormidas, que los plazos de la mayoría de los sumarios vencen en este mes y aún no se han adoptado sanciones.

#UNAnotecalles corre el riesgo de ir al oparei, al igual que tantos otros casos judiciales en el Paraguay, como el caso Curuguaty, o el Marzo Paraguayo, o los asesinatos de periodistas o de líderes campesinos e indígenas, todos aquellos en los que hubo encubrimiento deliberado y protección a los culpables.

Es de esperar que más estudiantes reaccionen y salgan otra vez en forma masiva a pelear por su sueño, compartido por toda la sociedad que anhela un Paraguay distinto.

Esta vez pedimos y acompañamos: #UNAnoterindas.