Con aforos muy limitados y estrictas condiciones de seguridad, han sido las grandes firmas las que se han atrevido a organizar desfiles físicos: Christian Dior, Chanel, Louis Vuitton y Hermès lideraron el calendario de las presentaciones primavera-verano 2021 en un gesto casi simbólico del poderío de una de la capitales mundiales de la moda.
A ellas se suman otras marcas como Coperni, Victoria/Tomas, Koché, Kenzo, Acne, Balmain, Chloé, Isabel Marant, Yohji Yamamoto o Paco Rabanne, cuyos desfiles se sucederán del 29 de setiembre al 6 de octubre.
“Nunca he empezado una colección con tantas preguntas ante mí y tantos sentimientos mezclados sobre el presente y el futuro. El mundo está perdido y todo el mundo trata de encontrar un sentido (o posible orden) en él”, explicó el diseñador de Kenzo, Felipe Oliveira Baptista.
Inspirada en la apicultura, la colección de Kenzo estuvo llena de telas traslúcidas, chaquetas fluidas y vestidos cortos en estampados de flores impresionistas, combinados con vaqueros anchos y un sombrero de ala ancha tipo “Fedora” con velo, como la protección que llevan los apicultores.
Kenzo, uno de los pocos desfiles de esta semana de la moda que tiene lugar de forma presencial, trató de transmitir un mensaje poético y positivo, donde el velo del sombrero se convierte en un símbolo de la restricciones de distancia social que impone la pandemia del coronavirus.
“Me interesaba la idea de una protección suave y otras dicotomías que han surgido en este momento, como el miedo y el optimismo. He intentado ser creativo pero también pragmático, al tiempo que trataba encontrar un sentido en esta situación”, dijo Baptista hoy en una entrevista a la revista Vogue. En Gauchère, la colección primavera-verano 2021 fue también una búsqueda de calma y paz espiritual.
Pero no fueron los desfiles presenciales los únicos que utilizaron este tono de meditación. Las firmas que por el contexto sanitario presentaron sus colecciones en vídeo, usaron la naturaleza como escenario, apostando por tejidos orgánicos y mostrando imágenes de aire nostálgico e infantil. Por la mañana, la firma Litkovskaya apostó por mostrar en su vídeo tan solo dos prendas, un abrigo y un vestido, confeccionados en sus talleres en Ucrania, en mitad de un valle y mientras la diseñadora, Lillia Litkovskaya, invitaba a los espectadores a reflexionar sobre su relación con la ropa y la actitud hacia el consumismo.
Desde el campo, el diseñador libanés Elie Saab se sumaba a este reencuentro con la naturaleza para presentar sus vestidos -más relacionados con las alfombras rojas que con el medio rural-. Sus diseños de princesa con faldas de tul, pedrería y lentejuelas se mueven al ritmo del cencerro de las cabras y del sonido del viento al mover el trigo. Apostando principalmente por el blanco y el negro, incluyó algunos toques de color como el rojo, el rosa chicle, el verde o el amarillo, que se integraban en el paisaje mejor que sus chaquetas de sastrería, sus vestidos románticos, sus mangas abombadas y sus faldas bordadas, en la estética hollywoodiense de la marca. EFE
Fashion. La Semana de Moda parisina sigue desarrollándose a pesar de la pandemia que no permite su realización con sus características habituales.