La clave pasó por la poca marca que se tuvo en el mediocampo, dando vía libre a los ataques de ambos equipos, siendo todo de creación, por eso las múltiples llegadas a los dos arcos.
En River, Aldo Quiñónez se hizo eje del fútbol, por sus pies pasaba el balón, bien acompañado por Contrera, Miño y Godoy, su mejor socio.
Con Zeballos siempre movedizo y Pérez llevando la marca de la defensa, River generó muchas oportunidades, varias desactivadas por el portero Cardozo.
Pero los goles llegaron de jugadas desafortunadas, una mano de Cabrera que Velázquez convirtió en gol de penal y dos minutos después, una mano de Montiel en el área que Zeballos también validó en gol desde los doce pasos.
La pelota parada fue una buena arma para el “12” que encontró en conexión al inoxidable Paulo Da Silva; al Kelito lo ayudó el Piru que habilitó a Miño y este ajustició a Cardozo. Un 2-2 que no hace sentir la pretemporada ni los múltiples cambios en ambas plantillas, aunque quedarán al debe las marcas y recuperaciones.
Aldo Quiñónez
El volante estuvo muy claro a la hora de distribuir el balón, junto con Godoy llevaron los hilos del ataque del Kelito.
110
goles alcanzó Pablo Zeballos, fue su primer gol en River y completa un total de 265 partidos en Primera.