RÍO DE JANEIRO - BRASIL
La multitud se reunió un poco antes de lo habitual para recibir del Instituto Río Patrimonio da Humanidad una placa conmemorativa otorgada al bloco y que le reconoce como Patrimonio Cultural de la ciudad.
Con este reconocimiento, la comparsa más antigua y que más personas atrae todos los años en Río de Janeiro quedó identificada por el ayuntamiento como “un espacio importante para la historia y la memoria del patrimonio cultural carioca”.
Los asistentes hicieron gala de sus habituales costumbres en estas fiestas y bailaron samba; tocaron música y buscaron el disfraz más original en un festejo en que gran parte de los hombres vistió de mujer y asumió roles ambiguos de sexualidad. En medio de la multitud, Pedro, que hace 35 años que desfila con Bola Preta, aseguró que “es el mejor bloco del mundo porque es el más tradicional y Río de Janeiro no tiene otro mejor”.
LOS BESOS SE ROBAN. Cerveza de desayuno. Hadas madrinas de 1,90 metros y piernas velludas. Diablos, curas y monjas danzando samba en armonía. Todo es posible en Bola Preta, el mayor carnaval callejero de Río de Janeiro, donde los abrazos son gratis y los besos se roban.
En el centro de Río, escenario en los últimos meses de protestas contra el gasto público en el Mundial de fútbol y por mejoras en salud y educación, el grito de la marea humana no era de reclamo sino de fiesta.
Bola Preta (pelota negra) nació en 1918 y, precisamente, es identificado por lunares negros sobre fondo blanco.
Se llaman blocos a las fiestas callejeras programadas durante el carnaval en distintos barrios, muchas veces temáticas, en las que el común denominador son la samba, la cerveza, los disfraces y el romance furtivo en medio de la efervescencia del disfrute.
Tregua a las protestas. La primera pregunta de los periodistas extranjeros a los fiesteros es qué pasa con las protestas por estos días. Y la respuesta es casi siempre la misma: “Deja ese tema a un lado, es carnaval. Estoy feliz y orgulloso de ser carioca”, dijo uno de ellos. “Somos personas muy unidas, que tal vez tenemos que romper algunas cosas en el sistema. Pero no ventanas”, dice Rosana, de 27 años, que participa de la celebración con una camiseta en la que lleva escrito: “Cree que todo es posible”.
El Carnaval de Río también es una oportunidad para el romance que brota naturalmente de un cóctel de intenso calor, alcohol en cantidades industriales y muchas ganas de divertirse en estos cinco días de fiesta. “Abrazos gratis” ofrece un joven ataviado con disfraz de oso verde. Algunos se acercan, más que para un abrazo, para retratarse con él.
represión. Una manifestación de mil trabajadores de la limpieza de la ciudad fue reprimida ayer con gases lacrimógenos por las fuerzas del orden cuando intentaban acercarse al sambódromo. Los trabajadores se manifestaban en favor de mejoras salariales y de las condiciones de trabajo, precisan los medios. Los recolectores de basura se desplazaban por la avenida Presidente Vargas, una de las principales arterias de la ciudad, en dirección al sambódromo, donde tienen lugar los desfiles oficiales del Carnaval. Los trabajadores, que limpian el sambódromo entre los pasajes de las diferentes escuelas de samba, forman parte del folclore del Carnaval oficial, sobre todo después de que uno de ellos, Renato Sorriso, se convirtiera en una estrella en 1997 cuando bailó con su escoba, al punto de que fue invitado a participar en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.